El opositor Partido Colorado de Uruguay decidió ayer "aconsejar a sus seguidores y a la ciudadanía en general" a votar al candidato Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN), en la segunda vuelta electoral del 30 de noviembre. La decisión, que había sido anticipada el domingo por el candidato presidencial Pedro Bordaberry, a título personal, se basa en que hay coincidencias en "puntos programáticos importantes" como la seguridad, la educación y la política tributaria. Los dos partidos tradicionales de Uruguay son adversarios históricos desde el nacimiento del país, en 1830, pero en los últimos años se acercaron ideológicamente y comparten una tendencia conservadora.
El secretario general del Partido Colorado, Max Sapolinski, explicó que la decisión del comité ejecutivo de su partido de apoyar a Lacalle Pou respetará la voluntad de sus adherentes. "Nosotros exponemos la línea de acción", declaró. El dirigente Fernando Amado dijo que sería necio no reconocer que habrá adherentes de su partido que votarán a Lacalle Pou en noviembre, pero también otros lo harán por Tabaré Vázquez, el candidato del gobernante Frente Amplio (FA).
La dirigencia colorada invitó a la fórmula integrada por Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, para que visiten la casa partidaria el lunes, a efectos de "intercambiar ideas".
En la sesión de ayer del máximo órgano del Partido Colorado hubo críticas a Bordaberry y presentó su renuncia al Ejecutivo el dirigente Alberto Iglesias, quien acusó a Bordaberry de "hacer uso y abuso de la mayoría y crear hechos para obligar a los demás a acompañar, casi en silencio". Bordaberry había anunciado que haría campaña por Lacalle Pou y llamado a los partidarios a votar al candidato del PN.
El gobernante Frente Amplio, en tanto, que ganó las elecciones del domingo con casi el 50 por ciento de los votos, "no está pensando tomar contacto con ningún partido en especial" para tejer alianzas de cara a la segunda vuelta de noviembre, afirmó ayer la presidenta del mismo, Mónica Xavier. La negociación, anticipada por Tabaré Vázquez será "con el conjunto de la ciudadanía; lo otro lo definirá la propia estructura del FA y el candidato", agregó la dirigente, que resultó electa senadora el domingo último.
Tras el respaldo del Partido Colorado a Lacalle Pou, el Partido Independiente (PI), que tuvo un crecimiento de por lo menos un punto respecto de las elecciones de 2009, pasa a ser clave, pero su principal dirigente, Pablo Mieres, aseguró ayer que no está pensando en ningún caso integrar ninguno de los dos bloques. "Somos el PI y vamos a seguir marcando votos independientemente. Y lo segundo es que no vamos a hacer una negociación por cargos. Sabemos que los riesgos están para un partido que ha tenido una postura de enfrentamiento a los dos bloques. Somos tan definidos que no nos acomodamos a ninguno de los dos. Mucha gente lo ve como una debilidad, pero es una fortaleza" declaró Mieres.
La segunda vuelta es una norma constitucional pero "con mayoría parlamentaria pasa a ser un trámite", opinó ayer el analista Eduardo Bottinelli ya que los perdedores, sumados, no llegan a poner en riesgo el triunfo del FA. Los datos oficiales y definitivos del sufragio del domingo no se conocerán hasta fines de esta semana ya que la Corte Electoral realiza un escrutinio manual, pero las proyecciones de las encuestadoras aseguran que el FA obtuvo el diputado 50, con lo que logró la mayoría parlamentaria en la Cámara baja y 15 senadores, con lo cual, de ganar el ballottage, tendría la mayoría en las dos cámaras del Congreso.