La Corte Suprema de Brasil investigará a los presidentes de ambas Cámaras del Congreso y a más de dos decenas de políticos en conexión a la trama de sobornos por miles de millones de dólares en la petrolera estatal Petrobras. El escándalo ha remecido a la clase política de Brasil y ha minado el respaldo de la presidenta Dilma Rousseff, quien fue reelecta en una reñida votación el año pasado y lucha por evitar una recesión económica y una rebaja de la nota crediticia del país. Un funcionario judicial dijo ayer que 54 personas serían investigadas, incluidos senadores y diputados, 53 de ellos miembros de la coalición gobernante de Rousseff. La lista la encabezan el presidente del Senado Renan Calheiros y Eduardo Cunha, líder de la Cámara de Diputados, ambos miembros del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más grande del país y el principal aliado de Rousseff en la coalición de gobierno.