El ex presidente del Perú Alan García, que se mató de un disparo el miércoles antes de ser detenido por la policía, dejó una carta de despedida a su familia, que fue leía ayer ante su ataúd por una de sus hijas durante un multitudinario funeral en Lima. En medio de la conmoción por la trágica muerte del dos veces presidente del Perú, la pesada acusación póstuma que lanzó García retumbó con fuerza en toda la nación. "Les dejo mi cadáver como una muestra de desprecio hacia mis adversarios", escribió en una de las frases más impactantes el fallecido líder del partido APRA, cuyos militantes ayer acompañaron el cortejo fúnebre por las calles de Lima.
En la carta, que fue leída por una de sus hijas durante el velatorio en la Casa del Pueblo, sede del APRA, Alan García resaltó: "Cumplido mi deber en la política y en las obras hechas para el pueblo, alcanzadas las metas que otros países o gobiernos no han logrado, no tengo por qué aceptar vejámenes", para agregar: "He visto a otros desfilar esposados, guardando su miserable existencia. Pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos, por eso le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones, a mis compañeros una señal de orgullo, y mi cadáver como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios porque ya cumplí la misión que me impuse", manifestó en el tremendo texto de despedida.
El dos veces presidente (1985/90 y 2006/2011) defendió haber "cumplido la misión de conducir al aprismo al poder en dos ocasiones e impulsar otra vez su fuerza social. Creo que esa fue la misión de mi existencia, teniendo raíces en la sangre de este movimiento". Bajo el liderazgo de García, el APRA retomó el protagonismo de sus tiempos históricos y logró con su candidatura en 2006 llegar al 52 por ciento de votos. Pero esos tiempos han pasado y hoy el APRA reúne apenas 5 de los 130 congresistas del Parlamento unicameral peruano.
"Por eso, y por los contratiempos del poder, nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme durante más de 30 años, pero jamás encontraron nada y los derroté nuevamente, porque nunca encontraran más que sus especulaciones y frustraciones", resalta la carta. "En este tiempo de rumores y odios repetidos, que la mayoría creen verdad, he visto como se utilizan los procedimientos para humillar o vejar y no para encontrar verdades", argumenta García en la misiva, publicada por la agencia estatal peruana de noticias Andina.
El ex mandatario asegura que "por muchos años" estuvo "por sobre los insultos". "El homenaje de mis enemigos fue argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos no pudieran probar sus calumnias", agregó. "No hubo ni habrá cuentas, ni sobornos, ni riquezas. La historia tiene más valor que cualquier riqueza material. Nunca podría haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí: otros se venden, yo no", remachó.
La muerte de García ha conmocionado al país, que lo vio convertirse en uno de los presidentes más jóvenes del mundo cuando tenía 36 años en 1985. Fuentes del partido han indicado que se ha pedido que ningún representante del gobierno del presidente Martín Vizcarra acudiera ayer al velatorio.
Vizcarra, presidente interino luego de la renuncia del también procesado Pedro Pablo Kuczynski (ver aparte) el año pasado, ha decretado tres días de luto por la muerte de García. "Consternado por el fallecimiento del ex presidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos", dijo Vizcarra.
Asilo fallido en Uruguay
En noviembre pasado, Alan García intentó refugiarse en la casa del embajador de Uruguay, país al que solicitó asilo sin éxito. García era investigado por presuntos sobornos para autorizar las obras de dos tramos del metro de Lima, proyecto de la brasileña Odebrecht. También le habría entregado fondos para sus campañas electorales.
La policía detuvo el mismo miércoles en que se mató García a Luis Nava, ex secretario general de Presidencia, y Miguel Atala, ex vicepresidente, mientras que Enrique Cornejo, ex ministro de Transportes y Comunicaciones, se entregó.
Además de a García, la trama de Odebrecht ha golpeado a los también ex presidentes Alejandro Toledo (prófugo), Ollanta Humala (estuvo detenido) y Pedro Pablo Kuzcynski, así como a la líder opositora Keiko Fujimori. Todos aguardan la resolución de sus causas judiciales menos Toledo, del que todavía está pendiente la captura y posterior extradición desde Estados Unidos.