Caracas/Bogotá. — Venezuela presentó una nota de protesta en la embajada de
Colombia para rechazar la denuncia de Bogotá sobre que da refugio a jefes guerrilleros, y llamó a
consultas a su embajador. La escalada fue anunciada por el canciller venezolano, Nicolás Maduro. El
jueves, el gobierno de Colombia denunció con documentos de inteligencia como fuente, que el régimen
chavista da protección a las cúpulas de las dos principales guerrillas comunistas que asolan el
país, las Farc y el ELN.
En un mensaje por cadena nacional de radio y televisión, el presidente Hugo
Chávez rechazó la denuncia y afirmó que la "extrema derecha" colombiana está tratando de generar
"un gran conflicto". Chávez llamó al país a estar alerta ante lo que consideró el "desespero" del
mandatario colombiano, Alvaro Uribe. "El presidente Uribe es en verdad un mafioso y es capaz de
cualquier cosa, porque está lleno de odio y fracasó rotundamente en su intento de aislar a
Venezuela", acusó Chávez, y aseguró que "no voy a caer en provocaciones".
Más adjetivos. Maduro rechazó en conferencia de prensa los señalamientos del
gobierno de Uribe, considerándolos como "una olla podrida llena de falsos positivos mediáticos", en
referencia a la jerga militar colombiana, en la que se indica como "falsos positivos" a los
asesinatos de civiles contabilizados como bajas de guerrilleros en combate. El canciller informó
que había entregado una nota de protesta a la embajadora colombiana, María Luisa Chiappe, y que el
diplomático venezolano Gustavo Márquez fue llamado a Caracas para evaluar la "arremetida" de
Colombia. "El gobierno de Uribe ha decidido arremeter contra el pueblo venezolano, ha decidido
dinamitar las posibilidades de un avance" en las relaciones, afirmó Maduro. Pero el hecho es que ni
Maduro ni Chávez replicaron con datos concretos a las denuncias de Bogotá.
El nuevo estallido repite el patrón reiterado en el vínculo bilateral: una
acusación de Uribe sobre la protección que daría Chávez a los guerrilleros es respondida con una
escalada verbal de indignación desde Caracas.
La reacción venezolana fue provocada por un informe oficial que se dio el jueves
en Bogotá, y que incluyó videos, fotos satelitales y testimonios de 12 ex guerrilleros
desmovilizados. El informe lo presentó el ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, ante varios
directores de medios. Allí se identificó con nombres propios y descripciones detalladas de cómo se
mueven en Venezuela casi todos los comandantes de las Farc. Se nombró a Iván Márquez, Rodrigo
Granda, Timochenko y Germán Briceño, y Carlos Marín Guarín, este último del ELN, la segunda
guerrilla colombiana. Se aseguró que un campamento, donde se halla Iván Márquez, se encuentra a
sólo 23 kilómetros de la frontera con Colombia, en la serranía del Perijá, última estribación
septentrional de la cordillera de los Andes. En un video registrado en junio en ese campamento, se
ven una estatua de Bolívar y otra del fallecido líder de las Farc Manuel Marulanda. Iván Márquez
aparece acompañado de dos perros blancos y menciona en dos oportunidades la palabra "Maduro", que
las autoridades colombianas infieren podría tratarse del canciller venezolano. Medio centenar de
guerrilleros lo custodian.
Diálogo infructuoso. El gobierno de Uribe anunció ayer que recurrirá a
instancias internacionales para denunciar el refugio que Venezuela le ofrece a los jefes
guerrilleros. Bogotá aseguró que "durante seis años el gobierno colombiano sostuvo un diálogo
paciente con el gobierno de Venezuela, al cual, en varias ocasiones, dio informaciones sobre
localización de terroristas en ese territorio". Pese a ese diálogo, "todo fue infructuoso en
relación con cabecillas terroristas".