Una inédita campaña en las redes sociales puso en jaque al presidente boliviano, Evo Morales, de cara al referéndum, que hoy definirá la modificación parcial de la Constitución, para permitir la habilitación o no del mandatario a un cuarto mandato (2020-2025). "La denuncia por tráfico de influencias de Evo Morales, su ex novia y empresaria Gabriela Zapata y la empresa china CAMC provocó una explosión viral en la redes sociales e hizo tambalear la credibilidad de la superestructura de medios tradicionales que maneja el gobierno (diario, canales de televisión, emisora estatal y radios comunitarias)", apuntó el docente Max Jorge Torres Garay. Agregó que las telefónicas Entel, Tigo y Viva dan servicio a 10,5 millones de celulares y un 57,6 por ciento (6,05 millones de aparatos) tienen acceso a Internet. Bolivia tiene una población de 10 millones de habitantes, según el censo de población y vivienda de 2012. "La observación empírica evidencia que personas de todas las edades acceden a Whatsapp, Facebook, Twitter, Skype, Instagram, Periscope y otros servicios", apuntó.
El docente asevera que el llamado "efecto Gabriela Zapata" será recordado como "una historia de amor que hizo tambalear a un gobierno que se ufana de servir al pueblo y ganar todas las elecciones posibles". Torres está convencido que el partido gobernante (Movimiento Al Socialismo) menospreció la influencia de las redes sociales en la decisión final de los electores. "Tiempo de extraña transparencia el de las redes sociales e Internet. Nada queda escondido, todo sale a flote. Los mentirosos están jodidos", comentó el analista Roberto Laserna. Claro está que en las redes sociales hubo revelaciones como fotografías de Evo Morales con su ex pareja. Además de insultos y mensajes grotescos. "Las redes tuvieron un papel decisivo, convirtiéndose en el medio de debate y difusión —no siempre serio y responsable— de información", destacó un editorial del diario Página Siete.
Otro elemento que volcó el interés de los bolivianos a las redes sociales es el control que logró el gobierno de Morales de la mayoría de diarios, redes de TV y emisoras de Bolivia.
Control de los medios. El periodista Raúl Peñaranda en su libro "Control Remoto" relata como La Razón, uno de los diarios más influyentes de Bolivia, cambió de línea editorial después de ser comprado por el empresario venezolano Carlos Gill, próximo al presidente Nicolás Maduro, quien es amigo de Morales. Y lo mismo sucede en las televisoras ATB, PAT, Full Tv, Abya Yala, también compradas por empresarios alineados a Evo y el vicepresidente Alvaro García Linera.
La investigación de Peñaranda estableció que el presupuesto del gobierno para el sector de comunicación pasó de diez a 100 millones de dólares en el decenio que gobierna Morales. El Ministerio de Comunicación rechazó el informe de Peñaranda y observó el desempeño de los medios independientes. La campaña estuvo salpicada de denuncias de corrupción y descalificación a los políticos de oposición.
Unos 6,5 millones de bolivianos podrán elegir entre el "sí", que permitiría la habilitación de Evo a un cuarto mandato (2020-2025), o el "no" a la reforma del artículo 168 de la Constitución. De ser así, Morales gobernará hasta enero de 2020 sin opción a ser reelegido. Las encuestas previas vaticinan un empate técnico con un alto promedio de indecisos.