La Habana/Tampa. — Cuba se quedó prácticamente sin equipo de fútbol Sub
23. A cinco jugadores que desertaron la noche del martes en Florida, donde se disputa el
Preolímpico de la Concacaf, se sumaron ayer otros dos deportistas. Un alto directivo de la
Asociación de Fútbol de Cuba confirmó las deserciones y las calificó como una "gran
irresponsabilidad y cobardía" y "una mariconada". El caso es sólo el último de una larga lista de
deserciones de atletas y artistas cubanos, que huyen al salir del país con sus delegaciones.
Después del 1-1. Cinco jugadores cubanos desertaron de la delegación el
martes en la noche, poco después de empatar 1-1 contra Estados Unidos en el torneo Preolímpico del
área Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf), que otorga dos pasajes para los Juegos Olímpicos
de Pekín. El miércoles se sumaron otros dos.
"Esa actitud no tiene comentarios. Es una gran
irresponsabilidad y un acto de cobardía de los jugadores", dijo a la agencia Reuters Antonio
Garcés, directivo de la Asociación de Fútbol de Cuba.
Cuba debía jugar ayer su segundo encuentro frente a
Honduras en Tampa, Florida. Aunque sin siete jugadores, a los que hay que sumar la baja de otro
expulsado en el partido con EEUU (que hizo un gol) y un lesionado, la Concacaf emitió un comunicado
en el que dijo que el desarrollo del torneo seguía normalmente. Del plantel original de 18
jugadores, Cuba se quedó con 11, uno de ellos lesionado. Pero pudo presentarse a jugar con 10
jugadores, ya que las reglas de la Fifa lo permiten.
El dirigente Garcés estaba furioso con los desertores: "A
la hora de la verdad, cuando se han preparado bien aquí (en Cuba), han traicionado a la patria. Es
una mariconada".
Los primeros cinco desertores, los de la noche del martes,
son el arquero José Manuel Miranda, los defensores Erlys García, Yenier Bermúdez (capitán), Loanni
Cartaya y el centrocampista Yordany Alvarez. A ellos se sumaron el miércoles el defensor Yendry
Díaz y el mediocampista Eder Roldán, ambos de 20 años. Los dos últimos abandonaron el hotel donde
se alberga la escuadra nacional de Cuba en Tampa y ya se encuentran al amparo de familiares y
amigos.
Yendry Díaz declaró que estaba decidido a escapar de la
delegación cubana una vez concluida la competencia, pero se vio obligado a adelantar los planes tan
pronto conoció la fuga de los primeros cinco integrantes del equipo. "Estoy preocupado por el
equipo, pero mis compañeros lo hicieron antes y ya no se puede hacer nada más", manifestó Díaz,
quien confirmó la deserción de Eder Roldán. Ambos viajaron ayer desde Tampa a Orlando.
El jugador relató que no observó especiales controles de
vigilancia en el hotel de Tampa, y salió caminando sin sentirse perseguido. "Quiero hacer lo que
siempre quise, jugar en un equipo profesional de fútbol", afirmó Díaz.
Su compañero de filas, el capitán del equipoYenier
Bermúdez, había anunciado las dos nuevas deserciones el mismo miércoles. Poco después, Díaz
participó en una entrevista telefónica con el canal ESPN, durante la transmisión del partido entre
México y Canadá.
Bermúdez también habló con la prensa. "Me siento mal,
porque el equipo nos necesitaba para seguir adelante, pero esta era una decisión tomada con
antelación", expresó el jugador, quien había recibido elogios de la prensa oficial cubana por su
desempeño en el partido contra Estados Unidos.
"Nosotros sabíamos cuando vinimos a Estados Unidos cúal era
nuestro plan. Es algo que nosotros cinco habíamos hablado un montón, por lo que estábamos listos
cuando se produjo la ocasión", narró Bermúdez.
Boxeadores y trapecistas. Las deserciones son el talón de Aquiles del
deporte cubano. Solamente en los últimos meses han desertado voleibolistas, luchadores y
boxeadores, entre otros atletas. Pero también han escapado, aprovechando giras por el exterior,
bailarines, trapecistas de circo y músicos, así como actores y conductores muy populares de la
televisión local. Un verdadero desastre de imagen para el régimen cubano.
En el campo artístico, una declaración del popular cantautor Silvio
Rodríguez, reclamando libertad para viajar al exterior, tuvo fuerte repercusión, teniendo en cuenta
que el artista es un incondicional del régimen castrista. l