Un nuevo cohete de SpaceX despegó para su primer vuelo de prueba, llevando consigo un vehículo deportivo rojo para un viaje sin destino más allá de la órbita de Marte.
Un nuevo cohete de SpaceX despegó para su primer vuelo de prueba, llevando consigo un vehículo deportivo rojo para un viaje sin destino más allá de la órbita de Marte.
El cohete Falcon Heavy fue lanzado desde la misma plataforma de Florida desde donde la Nasa envió hombres a la Luna hace casi 50 años. Con el despegue, el Heavy se convirtió en el cohete más poderoso en uso hoy día, al duplicar la fuerza de despegue de su competidor más cercano.
Sus tres propulsores y 27 motores se encendieron en el Centro Espacial Kennedy ante la mirada de miles de personas que se habían reunido en las playas, puentes y caminos para presenciar el lanzamiento, cuyo intento inicial se pospuso más de dos horas debido al fuerte viento.
Dos de los propulsores, reciclados, regresaron minutos después realizando un aterrizaje simultáneo en Cabo Cañaveral. El tercero era nuevo y su descenso se produjo en una plataforma marina a unos 300 metros frente a la costa.
El director general de SpaceX, Elon Musk, es dueño del Tesla Roadster que va a bordo del cohete, el cual se dirige a una órbita solar que llegará hasta Marte.
Como director del fabricante de automóviles eléctricos Tesla, Musk combinó sus pasiones para añadir un toque dramático al tan esperado primer vuelo del Falcon Heavy. El lastre típico para el debut de un cohete son losas de concreto o acero, o experimentos.