La socialista Michelle Bachelet, amplia favorita para ganar los comicios presidenciales de noviembre, anunció ayer un plan de reforma progresiva de la educación en Chile con el objetivo de lograr, dentro de 6 años, la gratuidad del sistema universitario.
"Queremos que se garantice la educación como un derecho social", sostuvo la ex mandataria quien en conferencia de prensa presentó el proyecto, que se basará en cuatro pilares fundamentales: poner fin al lucro, dar una educación de calidad, terminar con la segregación social y realizar un avance sustantivo hacia la gratuidad universal. La iniciativa contempla una reforma integral cuya coronación busca ser la gratuidad universal del sistema universitario, pero que comienza con la creación de nuevas "salas cuna" (versión chilena de los jardines maternales). "Este esfuerzo que haremos en educación inicial nos permitirá nivelar oportunidades desde la más temprana edad para dejar de reproducir la desigualdad y la inequidad en el sistema educacional chileno." dijo Bachelet.
La idea, adujo, es evitar que se hagan negocios privados con fondos públicos. En Chile la ley prohíbe el lucro, pero muchas universidades lo practican mediante subterfugios. Muchas de ellas son subsidiadas por el Estado. La progresión del plan implicaría alcanzar con la gratuidad a un 70 por ciento de los alumnos durante los cuatro años del eventual nuevo mandato de Bachelet y lograr el 100 por ciento en los dos años siguientes. A su vez, se planea establecer un sistema de acreditación de los profesores ajustado a estándares internacionales para garantizar la calidad de la enseñanza. Por otro lado, se prevé la apertura de dos nuevas universidades estatales en Chile, algo que no ocurre desde hace 30 años.
Reparos. Los movimientos estudiantiles y la coalición de gobierno tomaron la noticia con cautela y escepticismo. "Es una sorpresa obviamente, que refleja cuán ineludibles se han convertido las propuestas del movimiento estudiantil y cuán desgastado está el actual modelo que entiende la educación como un negocio", dijo el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Andrés Fielbaum, pero, agregó que "la política no se basa en promesas sino en hechos concretos. Es muy fácil y cómodo hacer ofertones electorales en un año de elecciones, pero no hacerse cargo de la historia".
Para el presidente de la Federación de estudiantes de la Universidad Católica, Diego Vela, "esto muestra que los movimientos sociales y el movimiento estudiantil ha cambiado el límite de lo posible, y cuando se decía que era utopía la gratuidad, los candidatos se están planteando el tema". Para Fielbaum, "lo que Bachelet quiere es hacerle un guiño al grupo que es más reacio a su candidatura, que somos los estudiantes". Por último, agregó que respecto del anuncio de la candidata de alcanzar la gratuidad universal en la educación superior, es necesario saber si esto se pretende lograr a través de becas a los estudiantes, vía que ellos rechazan, o mediante aportes directos a las universidades.
Por su lado, el ministro del Interior, Andrés Chadwick dijo: "Yo había entendido que ella estaba ofreciendo educación gratuita ahora. Nuestro gobierno en tres años ha logrado avanzar en opciones para la educación superior triplicando el número de becas que se entregaban en el gobierno de Bachelet".
El conflicto estudiantil, que derrumbó del 60 al 30 por ciento el apoyo al presidente Sebastián Piñera desde 2011, está en el centro del debate en la antesala de los comicios presidenciales y legislativos de noviembre.