En la medición de noviembre de la firma Gallup, el mandatario tenía una
popularidad del 74%. “Hay una suma de factores: las Farc, Chávez y los secuestrados,
soportado en un tren económico muy positivo”, explicó el presidente de Gallup en Colombia,
Jorge Londoño.
Uribe, reelegido en 2006, suspendió en noviembre la mediación del
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)
para buscar la liberación de un grupo de secuestrados, incluida la ex candidata presidencial Ingrid
Betancourt
La decisión desató la ira del mandatario venezolano, quien lo acusó de
mentiroso, cobarde y de ser un peón del imperio de EEUU. Aunque Uribe reaccionó y señaló a Chávez
de legitimar el terrorismo de las Farc, después guardó prudencia y silencio.
El presidente colombiano, quien con el apoyo de EEUU mantiene una
agresiva estrategia militar contra la guerrilla, consiguió un triunfo político cuando demostró que
las Farc no tenían en su poder a Emmanuel, el hijo de la ex candidata a la vicepresidencia Clara
Rojas, a quien habían prometido liberar.
Rojas fue liberada días después en la selva colombiana junto con la ex
congresista Consuelo González, a una misión humanitaria que lideró Chávez, quien luego pidió a
Bogotá y a la comunidad internacional dejar de llamar terroristas a las Farc, para las que solicitó
reconocimiento político y estado de beligerancia.
Uribe se negó al pedido de Chávez e inició una ofensiva diplomática por
Europa, en donde logró que la Unión Europea mantuviera a esa guerrilla en la lista de
organizaciones terroristas.
Con Zapatero. En el marco de su gira europea, Uribe se reunió ayer en Madrid con
el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Los mandatarios firmaron una alianza
estratégica entre ambos países, y exhortaron a las Farc a permitir una misión médica internacional
que atienda a los rehenes en su poder.
“Hago un llamamiento a las Farc para que dialoguen con el objeto
de facilitar esa misión médica”, manifestó Zapatero, tras reunirse con Uribe en el Palacio de
La Moncloa, donde ambos se presentaron ante en compañía de Clara Rojas.
La ex rehén canceló ayer su presentación en un congreso sobre víctimas
del terrorismo en Madrid, alegando que estaba “agotada”. En su lugar, en la mesa
redonda en la que debía estar presente, participó su madre, Clara González.