La pista extranjera detrás del robo en Auschwitz

Cracovia, Polonia. — El cerebro detrás del robo del viernes del letrero metálico que colgaba sobre la entrada del ex campo de exterminio nazi de Auschwitz es un extranjero que vive fuera de Polonia, informaron fiscales ayer. La policía recuperó el cartel, que tiene la frase en alemán "Arbeit macht frei" ("El trabajo los hará libres"), y detuvo a cinco personas el lunes en relación al robo, que desató una condena generalizada, sobre todo de Israel y grupos judíos.

"El principal sospechoso tras este crimen fue alguien que vive fuera de Polonia, y que no posee la nacionalidad polaca", dijo el fiscal Artur Wrona, luego que los cinco sospechosos participaran en la recreación del robo en el campo. "Nuestras acciones en los próximos días estarán enfocadas a identificar a esta persona, que se ubica en un país europeo", señaló.

Wrona no quiso dar más detalles o comentar los informes de prensa polaca refiriéndose a que un coleccionista sueco estaría involucrado en el crimen.

Según la radio del Estado de Polonia, los ladrones que robaron el letrero planeaban contrabandear el metal a Suecia. El cartel estaría destinado a un ciudadano sueco, pero todavía no está claro si el hombre era un mediador o la persona que encargó el robo. La policía de Polonia ha descripto a los cinco sospechosos como criminales comunes sin vínculos conocidos con grupos neonazis.

El robo desató temores de una posible motivación política detrás del caso, debido a que el cartel es un poderoso símbolo del Holocausto cometido por los nazis contra los judíos. "Lo hicieron por dinero. Sabían dónde iban y para qué, pero no estaban realmente conscientes de la reacción que este robo podría tener", dijo Wrona.

Durante una conferencia de prensa, la policía exhibió el emblemático letrero de metal, que fue cortado en tres partes y estaba algo deformado. Señalaron que los ladrones olvidaron la "i" final de la palabra "frei". Wrona comentó que los sujetos cortaron el letrero de cinco metros en tres para que pudiera entrar en su auto. "No eran expertos pero eran relativamente baratos (para contratar)", agregó.

Pena de cárcel. Los hombres podrían ser condenados hasta a diez años de cárcel por robar y cortar el letrero, que fue forjado por un prisionero polaco en Auschwitz en 1940-41. El campo de exterminio es ahora un museo, y forma parte de la lista del patrimonio universal de la Unesco. Wrona acusó a las autoridades de Auschwitz de negligencia. "Nuestra investigación mostró que los ladrones volvieron a la escena varias veces durante la noche. La primera vez no tenían las herramientas adecuadas con ellos para retirar el letrero. La seguridad no estaba funcionando adecuadamente", señaló el fiscal.