El gobierno de Estados Unidos inició ayer su tercer cierre parcial luego de que el Congreso rechazara el presupuesto enviado por el presidente, Donald Trump, por sus exigencias con respecto al muro fronterizo. Los demócratas se niegan a aprobar un presupuesto que incluye una partida de 5.700 millones de dólares para continuar construyendo el muro fronterizo que ya se erige sobre una tercera parte de la linea que separa a Estados Unidos de México.
El Senado estadounidense terminó su sesión de ayer y no se reunirá de nuevo hasta mañana a pesar de que no se ha logrado un acuerdo para terminar con el "shutdown" o paralización del gobierno que entró en vigor la medianoche de ayer debido a la falta de una ley que avale la financiación de las áreas de la administración federal afectadas que se estiman aproximadamente en el 25 por ciento. Las sesiones programadas son el lunes y el jueves, 27 de diciembre, explicó el portavoz del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell. Sin embargo, la de mañana es una sesión pro-forma, por lo que no se pueden convocar votaciones y suele durar apenas unos segundos ya que el mecanismo legislativo funciona solo por unanimidad.
Trump, inflexible, sabe que esta es la última oportunidad que tiene de obtener el dinero para financiar su "hermoso" muro, debido a que a partir del 3 de enero los demócratas tomaran el control de la Cámara de Representantes y podrán bloquear sus iniciativas con poco esfuerzo. Perder esta contienda podría costarle a Trump la reelección ya que fue su principal promesa de campaña y sus bases podrían quedar resentidas.
El cierre bloquea el dinero para nueve de los 15 Departamentos del gobierno y docenas de agencias, incluidos los Departamentos de Seguridad Nacional, Transporte, Interior, Agricultura, Justicia y Estado. Unos 800.000 trabajadores están afectados por el cierre del gobierno y dejarán de percibir su salario mientras dure, aunque 420.000 de ellos que son considerados esenciales estarán obligados a trabajar sin remuneración. Trump ha advertido durante meses que podría haber un cierre de gobierno y llegó a decir que estaría "orgulloso" si su empeño por levantar el muro llevaba a los demócratas a no aprobar el presupuesto. El Congreso había aprobado el jueves un acuerdo bipartidista para mantener abierto el gobierno que otorgaba 1,3 mil millón de dólares para proyectos de seguridad fronteriza.
Pérdida de la mayoría
Dicho acuerdo fue rechazado por Trump, que entendió que en febrero, cuando se venciera esa partida parcial, le sería imposible conseguir los fondos. La mayoría de los legisladores republicanos se mantuvieron en silencio tras el cierre y los pocos que hablaron expresaron su decepción por la falta de acuerdo. Por su parte, los líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer dieron unas declaraciones conjuntas en las que acusaron a Trump de haber "lanzado un berrinche" y de convencer a los republicanos de la Cámara de Representantes de empujar a la nación a un "destructivo «cierre Trump» en plena temporada navideña".
El mandatario suspendió el viernes su viaje al exclusivo resort Mar-a-Lago, Florida, para celebrar las fiestas y anunció en Twitter que se quedaba para firmar un montón de leyes y que esperaba que los demócratas ayuden con sus votos. Ayer por la mañana, en otro tuit, dijo que estaba trabajando "duro" en la Casa Blanca y volvió a referirse al cierre. "Estamos negociando con los demócratas sobre la desesperadamente necesaria seguridad fronteriza (pandillas, drogas, trata de personas y más) pero podría llevar mucho tiempo", advirtió.
Los republicanos que tienen mayoría en el Senado necesitan nueve votos demócratas para aprobar el presupuesto, que para convertirse en ley debe ser rubricado por Trump. Por el momento, la Casa Blanca se niega a ceder en sus peticiones y considera que los demócratas son los que deben adaptarse a las peticiones del presidente y ceder, incluyendo en el presupuesto los 5.700 millones de dólares para el muro, dijeron ayer funcionarios del gobierno. Sin embargo, los líderes demócratas se niegan a incluir una partida por el muro y creen que la parálisis administrativa es culpa de un "berrinche" del mandatario.
Las tropas "vuelven a casa"
Trump confirmó ayer la retirada de las fuerzas militares estadounidenses de Siria y apuntó a Turquía como el país que se encargará de "ocuparse de los restos" del Estado Islámico. "Íbamos por tres meses y ya llevamos siete años. Cuando llegué a presidente, el Isis estaba desatado. Ahora está casi derrotado y otros países de la zona, como Turquía, deberían poder ocuparse fácilmente de lo que quede. Volvemos a casa!", argumentó en Twitter. La retirada de las tropas de Siria, anunciada por Trump el jueves último, fue el desencadenante de la dimisión de su secretario de Defensa, James Mattis.