El diálogo para superar la crisis política venezolana quedó congelado: la oposición anunció que solo volverá a la mesa cuando el gobierno acepte una salida electoral al conflicto —una posibilidad lejana— y libere a los "presos políticos". Las conversaciones quedaron estancadas cuando las partes debían acudir ayer a la tercera reunión del proceso iniciado el 30 de octubre con el auspicio del Papa Francisco y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). "Seguimos en el mecanismo de diálogo, pero no vamos a asistir" al encuentro, dijo Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD). En adelante, la oposición mantendrá contacto "únicamente" con los facilitadores, en especial los del Vaticano, añadió.