La ONU denuncia la muerte de "centenares de niños" afganos en los ataques y bombardeos de fuerzas de EEUU y Afganistán en los últimos años, según un informe oficial conocido ayer. Sin embargo, la agencia de la ONU Unicef señala que los mayores asesinos de niños afganos son los talibanes. Estados Unidos utiliza los aviones no tripulados o "drones" para combatir a Al Qaeda y los talibanes en Afganistán y Pakistán. Ayer, Pakistán denunció que "al menos tres mil" personas han muerto en ese país desde 2004 por la acción de los drones de EEUU, aunque admitió que el 80 por ciento de esas víctimas eran extremistas islámicos. El uso de los "drones" recibe particular atención en este momento, dado que su impulsor, John Brennan, fue nominado al frente de la CIA.
En el documento de la ONU, fechado el 1º de febrero, el Comité para los Derechos de la Infancia se dice "alarmado por los informes que dan cuenta de centenares de niños muertos en ataques y bombardeos de las fuerzas estadounidenses". En 2011 murieron dos veces más niños que en 2010, dice el Comité, que manifesta su "grave preocupación" al respecto. Unos 110 niños murieron y otros 68 resultaron heridos en 2011 en los bombardeos del ejército afgano y la fuerza internacional de la Otán en Afganistán (ISAF), según un informe de la ONU aparecido en abril pasado.
La gran mayoría de los ataques aéreos en Afganistán fueron realizados por el ejército estadounidense, que dispone de más de dos tercios de los efectivos de la coalición de la Otán y de la mayor parte de los medios aéreos. El ejército afgano solo dispone de un puñado de helicópteros de ataque.
Las autoridades estadounidenses no comentaron el informe. La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, declaró el jueves que no había consultado todavía este documento de la ONU. Unos 1.756 niños afganos han muerto o han resultado heridos por el conflicto en 2011, contra 1.396 en 2010, la mayoría por los talibanes, según Unicef, la agencia de la ONU para la infancia.
Unos 13.000 civiles han muerto en el conflicto entre 2007 y el verano de 2012 en Afganistán, según la OTAN.
En Pakistán, por su lado, ayer se denunció que "hasta 3.000 personas perdieron la vida en los últimos años" en ataques de aviones no tripulados estadounidenses en el territorio paquistaní fronterizo con Afganistán. Lo afirmó el secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Pakistán, Jalil Abbas Jilani. En una reunión con diputados paquistaníes, Jilani dijo que desde el inicio de las operaciones en 2004, la cifra de víctimas oscila entre 1.900 y 3.000. Según el funcionario paquistaní, el 80 por ciento de las víctimas son extremistas, pero también hay civiles. La red terrorista Al Qaeda quedó considerablemente debilitada por estos ataques, reconoció. Sin embargo, Pakistán exige el cese de los mismos al considerar que atentan contra su soberanía y que violan el derecho internacional.
Brennan. En Estados Unidos, en tanto, avanza la confirmación en el Congreso de John Brennan al frente de la CIA. Este jueves el funcionario, uno de los favoritos del presidente Barack Obama, defendió con su conocida firmeza en el Senado el uso de los drones en la lucha contra el terrorismo. Tras señalar que hay malas interpretaciones sobre el tema de los aviones no tripulados, Brennan dijo a la Comisión de Inteligencia del Senado que los ataques mediante esas aeronaves sólo se realizan contra sujetos que planean atentados contra Estados Unidos, y nunca como represalia por una ofensiva de los talibanes en Afganistán. "No puede haber algo más alejado de la verdad", declaró.
En referencia a un ciudadano estadounidense muerto por un avión no tripulado en Yemen en 2011, dijo que Anwar al-Alawki, conocido miembro de Al Qaeda, tenía vínculos al menos con tres ataques planificados o cometidos en territorio de Estados Unidos. Esos ataques incluyeron el tiroteo en Fort Hood, Texas, donde murieron 13 personas en 2009, así como un intento fallido por derribar un avión con destino a Detroit en ese mismo año, y un complot frustrado para dinamitar aviones de carga en 2010. " l estuvo íntimamente involucrado en actividades para matar a hombres, mujeres y niños inocentes, en su mayoría estadounidenses", dijo Brennan.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo que quizás ha llegado el momento de levantar el secreto que cubre ese programa.