Buenos Aires- La médica cubana disidente Hilda Molina, autorizada por
el gobierno de su país a viajar a la Argentina para reunirse con su madre, su hijo y sus
nietos, afirmó hoy que no guarda “rencor” contra el régimen castrista e insistió
en agradecer públicamente las gestiones de la presidenta Cristina Fernández a su
favor.
La jefa de Estado recibirá esta tarde en Olivos a Roberto Quiñones y a Verónica, hijo y
nuera de la profesional cubana, quien mañana llegará al país alrededor de las 6, luego de 15
años de continuos pedidos ante el gobierno castrista para visitar a su familia en
Buenos Aires.
Esta mañana, en declaraciones a radio Mitre y al canal de Cable TN, la médica adelantó que
cuando se encuentre aquí con la mandataria argentina le dará “las gracias por las
gestiones que hizo” y subrayará ante ella “lo importante que sería que la
familia cubana pudiera reconstruirse”.
En rigor, ese posible encuentro sería al regreso del inminente viaje de la jefa de Estado
con destino a Ginebra, Suiza, para participar de la Asamblea de la Organización Internacional
del Trabajo.
A su turno, la nuera de la mujer celebró hoy la decisión de la administración de Raúl
Castro, hermano de Fidel, a favor de Molina y resumió que “es una lucha de 15 años y
una solución en dos días, que es lo que demora Hilda en recibir el permiso y llegar a
Argentina”.
La decisión de Cuba de autorizar la salida de Molina de la Isla, que incluyó intensas
gestiones de la Casa Rosada, fue informada ayer por la propia presidenta Fernández a los
periodistas acreditados en la Casa de Gobierno.
Molina volvió esta mañana a expresar su alegría por la noticia, aunque también se
manifestó “un poquito preocupada” por su madre, Hilda Morejón, de 90 años, quien
desde el año pasado está en Buenos Aires: “Está bastante malita”, se
entristeció.
La médica -en otros tiempos una encendida defensora de la revolución cubana, hasta el año
1994- contó que en la Isla nadie le “había anticipado nada” sobre su permiso para
viajar a la Argentina.
“Debido a la situación de salud de mi mamá, que hace dos semanas se complica
bastante, le hice una carta muy suplicante al general Raúl Castro, explicándole que podía mi
madre hasta fallecer en esta situación”, puntualizó.
Molina negó guardar rencor contra el régimen castrista: “No, en
absoluto”, enfatizó, aunque admitió haberse sentido “vencida muchas veces”
y que por “decisión propia” no ejerció más su profesión.
“Todo eso es desgarrador, pero gracias a Dios no se me contaminó el alma; este
sistema promueve mucho el odio, pero tengo una paz grande y le deseo a ellos y a su familia
lo mejor, que disfruten de su familia”, resaltó.
La mujer ratificó que su anhelo no es radicarse en la Argentina.
“Yo quiero poder entrar y salir” de su país, dijo y puntualizó que el que
ahora posee es un “un permiso de un tiempo determinado y puedo prorrogarlo; si mi madre
mejora, perfecto, porque tal vez hasta podamos regresar las dos juntas; si empeora obviamente
no voy a separarme de mi mamá hasta que esto no tenga una definición con respecto de su
vida”, anticipó.
En tanto, Verónica, la esposa de su hijo Roberto, no ocultó su emoción en sus
declaraciones periodísticas: “Me parece mentira, una lucha de tantos años y que se
resuelva tan pronto”, resaltó. (DyN)