Las formaciones populistas Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, anunciaron un acuerdo definitivo para formar un gobierno de coalición en Italia, aunque no está claro quién lo liderará. El programa acordado entre las dos facciones preocupa a Europa y a los mercados. Italia es una de las grandes economías europeas y tiene una enorme deuda pública. El programa acordado por los dos socios políticos llevará a aumentar el déficit fiscal, crónico en Italia, y por lo tanto el monto de la deuda, que supera el 132 por ciento de la riqueza nacional. El fantasma de una repetición del "caso Grecia", fue invocado por los analistas, pero con el agravante de que Italia no es una pequeña economía, sino la tercera de Europa, luego de Alemania y Francia. Para la Unión Europea, un gobierno de tono populista y antieuropeo sería un gran golpe, luego del trauma del Brexit.
El M5S, un movimiento antisistema, publicó en su página web el programa de gobierno acordado con la Liga. Los miembros del M5S aprobaron el acuerdo de gobierno y el programa en una votación online, según es tradición en esta formación, nacida bajo el impulso del comediante Beppe Grillo. Más del 94 por ciento de los cerca de 45.000 participantes votaron a favor. Se espera que también la Liga consulte este fin de semana a sus bases sobre el acuerdo de gobierno.
"¿Les parece un sueño? Es un sueño que ahora puede convertirse en realidad", escribió el líder del M5S, Luigi Di Maio. Aún no se sabe quién será el nuevo jefe de gobierno.
Por su parte, el líder de la Liga, Matteo Salvini, señaló que llevó "días y noches de trabajo" alcanzar un acuerdo y urgió a sus seguidores a olvidar "las mentiras de los diarios y las televisiones", en alusión a la preocupación desatada en los últimos días por la formación de un gobierno de partidos populistas y euroescépticos.
El M5S y la Liga no anunciaron en su programa de gobierno una proyectada salida del euro, que durante años fue propuesta por ambas formaciones. Sin embargo, en lo que respecta al endeudamiento y el déficit públicos, quieren que se "discutan nuevamente" los tratados europeos. Italia tiene una de las deudas públicas más altas en el mundo, que supera el 132 por ciento del PBI. Además, contempla la baja de impuestos sobre la renta y a las sociedades a entre el 15 y el 20 por ciento e incluye un "ingreso ciudadano" de al menos 780 euros (920 dólares) para las personas que viven por debajo del umbral de pobreza. El doble planteo tendría un costo de 26 mil millones de euros, pero los redactores del plan afirman que tendría un efecto estimulante sobre el consumo que compensaría esta caída de ingresos fiscales. La Liga también quiere una "paz fiscal", una condonación para los que pasan por dificultades económicas. El paquete fiscal subiría así a 35 mil millones de euros. Este "agujero fiscal" conforma un cóctel complicado de baja de ingresos fiscales y de aumento de las erogaciones, en un país ya agobiado por su enorme gasto público, superior a los 840 mil millones de euros. En tanto la magnitud de la deuda pública supera dos billones de euros.
El acuerdo incluye también la detención y expulsión de "todos" los inmigrantes en situación ilegal en el país, que se estiman en medio millón. Este punto es exigido por la Liga, formación abiertamente racista y xenófoba.
Las medidas económicas serán financiadas mediante "recortes en el gasto y la gestión de la deuda y un recurso apropiado y limitado a aumentar el déficit". Este ha venido bajando, hasta un 2,4 por ciento del PBI. Hacerlo subir nuevamente sería mal visto por los mercados y sancionado por la Unión Europea. No tardaron en aparecer los paralelismos con la crisis griega y el primer gobierno de Syriza, en enero de 2015, cuando la ruptura con Europa por la deuda llevó al país al borde del abismo, antes de que el premier Alexis Tsipras echara a su ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, un radical anticapitalista.
