Madrid.- Normalidad como tónica general: la huelga de empleados públicos convocada
hoy en España contra los recortes salariales, el primer gran paro al que se enfrenta el gobierno de
José Luis Rodríguez Zapatero, apenas incidió en la vida de los ciudadanos.
La secretaria de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí, cifró en el 11,85 por ciento su
seguimiento en la administración central hasta las 18 horas (local). Los sindicatos, por su parte,
hablaron de éxito, y lo cifraron en un 75 por ciento. Los datos del Ejecutivo se encuentran en
línea con los ofrecidos por las comunidades autónomas, incluyendo a las gobernadas por el opositor
Partido Popular (PP).
El paro estaba considerado como una prueba tanto para el Ejecutivo socialista, que vive sus
momentos más bajos desde la llegada de la crisis económica a España, como para los sindicatos, con
Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) a la cabeza, que amenazan con
una huelga general a fin de mes si el gobierno aprueba por decreto la reforma del mercado
laboral.
Los casi 2,7 millones de empleados públicos -estatales, de las comunidades autónomas y de los
ayuntamientos- fueron convocados a una huelga de 24 horas bajo el lema “Párate, no a los
recortes salariales y sociales”, y en protesta por la rebaja de sus sueldos en un 5 por
ciento de promedio en el marco del drástico plan de ajuste aprobado por el gobierno para reducir el
déficit.
Las comunidades autónomas garantizaron servicios mínimos en los sectores de la sanidad, la
educación, la seguridad y la justicia. Una “ingeniería ésta", criticó el líder de CCOO,
Ignacio Fernández Toxo, que se “ha superado a sí misma”. Transportes, sanidad y
educación, los sectores en los que un paro tiene mayor capacidad de incidir en la vida cotidiana de
los demás ciudadanos, funcionaron prácticamente de manera normal. Los aeropuertos operaron también
sin problemas.
Toxo, además, acusó al gobierno de pretender "maquillar" la participación de los trabajadores en
la huelga.
Varias ciudades registraron manifestaciones de empleados públicos desde primera hora de la
mañana. En Madrid, éstas se produjeron ante varios de los ministerios situados en el eje del
céntrico, lo que produjo cortes parciales del tráfico. En Barcelona, un grupo de huelguistas cortó
la avenida Diagonal quemando varios neumáticos frente al Palacio de Pedralbes. (DPA)