El Producto Interno Bruto (PIB) brasileño creció un 0,6 por ciento en el tercer trimestre, en comparación con los tres meses anteriores, según la medición oficial. El resultado, un poco mejor de lo que estimaba el mercado, confirma una trayectoria de recuperación de la economía brasileña, en la que han contribuido la agricultura, que aumentó un 1,3 por ciento, la industria (0,8 por ciento) y los servicios (0,4 por ciento), que tienen un impacto mayor porque representan aproximadamente dos tercios del PIB.
Desde que comenzó el año y hasta septiembre, el PIB aumentó un 1 por ciento, en comparación con el mismo período de 2018. Respecto a la demanda, el consumo de los hogares fue uno de los motores del crecimiento, con un aumento del 1,9 por ciento con relación al tercer trimestre del año pasado.
Las inversiones comerciales aumentaron un 2 por ciento. "En términos de demanda, las inversiones han crecido, impulsadas por la construcción, que había caído durante 20 trimestres consecutivos y desde el trimestre anterior muestra una recuperación en comparación con el mismo período de 2018.
La economía brasileña da muestras de recuperación, pero a un ritmo todavía lento. Se sustenta en un mayor consumo de los hogares, unos tipos de interés más bajos, una inflación controlada y la expansión de las operaciones crediticias.
Sin embargo, el país enfrenta una serie de obstáculos que dificultan una recuperación más sólida, como el alto índice de desempleo y la incertidumbre política sobre el avance de las reformas económicas.
Para el año que viene, el mercado prevé una aceleración del ritmo de la recuperación económica. Según el resultado más reciente del boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central de Brasil que se basa en las perspectivas de las cien principales instituciones financieras, se prevé un aumento del 2,2 por ciento.
Por el lado de la oferta, el consumo de los hogares impulsó el sector de los servicios (0,4 por ciento), en el que se destacaron las actividades financieras (1,2 por ciento), el comercio (1,1 por ciento) y el segmento de información y comunicación (1,1 por ciento).
El crecimiento del 0,8 por ciento de la industria se debe a las industrias extractivas (con un aumento del 12 por ciento, impulsado por el crecimiento de la extracción de petróleo) y a la construcción (1,3 por ciento). Por otro lado, bajaron en el tercer trimestre la electricidad, el gas, el agua, el saneamiento, las actividades de gestión de residuos (-0,9 por ciento) y las industrias de transformación (-1 por ciento).
En el sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 2,8 por ciento, mientras que las importaciones crecieron un 2,9 por ciento en la misma comparación.
Esta es la tercera semana seguida en que la previsión del indicador aumenta.
En cuanto al pronóstico del PIB de 2019, los expertos consultados por el Banco Central aumentaron su estimación con relación a la semana pasada.
El crecimiento esperado es del 0,99 por ciento a fines de este año según los nuevos datos.