El presidente de la opositora Democracia Cristiana (DC) de Chile, Fuad Chahín, analizó la crisis que atraviesa el país desde el estallido social del pasado 18 de octubre, la necesidad de reformar Carabineros (policía chilena), para dividir la fuerza en tres cuerpos, y también abordó el plebiscito del 26 de abril, que propicia la reforma de la Constitución que rige desde 1980, cuando gobernaba el dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
La DC fue fundada el 28 de julio de 1957 y representa el sector más moderado de la oposición al gobierno del derechista Sebastián Piñera, y fue el partido del primer presidente chileno después de la dictadura cívico militar, Patricio Aylwin (1990-1996). Fuad Chahín, un abogado de 43 años y ascendencia palestina, es uno es uno de los políticos más críticos sobre la actuación de Carabineros durante el estallido social, que llevó a la fuerza policial, que años atrás fue considerada como un "orgullo nacional" a estar denunciada por hechos de corrupción y apuntada en todos los informes nacionales como internacionales en delitos contra los derechos humanos.
EM_DASH¿Cómo explica la crisis por la que atraviesa Carabineros?
—Carabineros vive actualmente una crisis muy profunda y lamentable. Durante muchos años fue un orgullo para este país, una policía profesional, eficiente, proba, intachable, incorruptible. Pero resulta que hemos visto hechos de corrupción dentro de la institución, no sólo de dinero que se apropiaron delictualmente muchos funcionarios sino de generar montaje de escenarios, de falsificar pruebas, la operación "Huracán" y luego la muerte de Camilo Catrillanca, hasta terminar con las graves violaciones a los derechos humanos. Eso muestra a una institución en crisis en la que sigue habiendo uso desproporcionado de la fuerza, como se ve en los múltiples informes de organismos internacionales, de ONGs y en los informes de la ONU.
EM_DASHUsted plantea cambios en la institución. ¿Cuáles son?
—Hemos planteado dividir a Carabineros en tres policías distintas. Primero, necesitamos una policía más blanda, de prevención del delito, comunitaria, de tránsito, familia. Por otro lado, una policía investigativa altamente profesionalizada, con mucha tecnología y preparación, fundamentalmente destinada a la investigación del crimen organizado, bandas narcos, muy similar a la Policía de Investigación (PDI). Y tercero, una policía especializada en orden público y fuerzas especiales, con un mando, una capacidad operativa, psicológica y técnica que les permita enfrentar estas situaciones, que son de sumo estrés, sin violar los derechos humanos.
EM_DASHSe habla de ingobernabilidad en la fuerza. ¿Debería renunciar el general director de Carabineros, Mario Alberto Rozas?
—Aquí no hay mando. El general Mario Alberto Rozas manda y simplemente hay una parte de Carabineros que no lo obedece. No tengo dudas de que Rozas no manda a los carabineros a dar patadas, apalear jóvenes, ni violar los derechos humanos, el problema es que las instrucciones que da parece que no se cumplen.
EM_DASHDesde el 18 de octubre las marchas se han multiplicado y una de las demandas ciudadanas es la nueva Constitución. ¿Cuáles son sus expectativas respecto al plebiscito del 26 de abril?
—Nuestra expectativa es que va a ganar el "apruebo", pero probablemente por menos diferencia de lo que nos hubiésemos imaginado porque vemos una campaña muy articulada pro "rechazo" con muchos recursos. Lo importante es que todos los que estemos a favor seamos capaces de transmitir a la gente certeza, que esto no es un salto al vacío, esto no es el caos sino una oportunidad de darnos reglas de juego que no sea la imposición de uno sobre el otro, sino que nos interpreten a todos. Es lógico que nuestra democracia y la constitución tienen que actualizarse.
EM_DASH¿Una nueva Constitución permitiría superar la crisis?
—Es una condición necesaria, pero no suficiente. Sólo la nueva constitución no va a resolver la crisis, pero sin ella no es posible realizar las correcciones. El gran desafío es cómo humanizamos nuestro modelo de una economía al servicio de la persona, cómo distribuimos mejor el poder, no solamente el poder político, con una mejor organización del Estado, mayor descentralización y participación ciudadana. También el poder económico, cómo le podemos poner límite a la escandalosa concentración de la riqueza que asfixia a las pymes, a los proveedores, a los consumidores, a los trabajadores. Allí está el gran debate.
Fuad Chahín, de 43 años, de la DC.