Bengazi. - El líder libio Muamar Kaddafi acusó a la red terrorista Al Qaeda de impulsar la rebelión en su contra, en otro de sus virulentos mensajes emitidos por televisión. El mensaje fue dado por teléfono, sin Kaddafi presente, lo que podría indicar que su seguridad personal se ha vuelto muy precaria. En tanto, la rebelión parece extenderse y tres importantes ciudades del oeste de Libia fueron liberadas ayer, mientras se combatió en otra ubicada al oeste de Trípoli. Existían asimismo todo tipo de rumores sobre Kaddafi, incluso que había muerto. A su vez, el éxodo de libios y extranjeros del país se multiplicaba por todos los medios (ver página 19).
"Locos drogados". Los manifestantes son "soldados reclutados por Osama Ben Laden", acusó Kaddafi, quien volvió a afirmar que los rebeldes están drogados. "Son jóvenes locos por disparar, bajo el influjo de drogas", sostuvo. "Los jóvenes son incitados por gente buscada por Estados Unidos y el mundo occidental", agregó. Haber mezclado en su acusación a Al Qaeda y a su enemigo mortal EEUU no pareció preocuparle a Kaddafi, quien agregó: "Llamo a los libios a salir a las calles para detener a los agentes de Al Qaeda que destruyen las ciudades libias". Ben Laden es el "verdadero criminal", agregó, y rechazó ser responsable del baño de sangre en curso. Según un juez del tribunal penal internacional de La Haya, en Libia se registrarían hasta 10 mil muertos en la represión ordenada por Kaddafi, quien enfrenta potenciales cargos por delitos de guerra y de lesa humanidad.
Kaddafi esta vez no compareció personalmente ante las cámaras, sino que habló por teléfono. El presentador de la televisión libia siguió su intervención con un gesto tenso. Algunos expertos árabes pusieron en duda que la voz fuera la de Kaddafi. Para muchos, la voz sonaba impostada, aunque no se descartó que eso se debiera a la mala comunicación telefónica. Se cree que Kaddafi se halla recluido en una base militar fortificada en Trípoli. Que no haya aparecido en un lugar público, como hizo el lunes, sería indicación de que su seguridad se ha vuelto más precaria. Las dudas alimentaron rumores de que Kaddafi podría estar preparándose para abandonar el país con su familia. El Departamento de Estado de EEUU negó versiones que corrieron sobre la muerte violenta de Kaddafi, mientras dos de los hijos del dictador hacían apariciones en la televisión. Saif Al Islam el mayor de los hijos de Kaddafi, y una de sus hijas, Aisha, hablaron por la televisión estatal para intentar transmitir una imagen de calma. La capital, Trípoli, está sumida en un total bloqueo informativo y es la única plaza importante que queda en manos de Kaddafi.
Ayer el combate se acercó a Trípoli, cuando se combatió con dureza en la vecina Al Zawiya, unos 50 km al oeste de la capital libia, según detalló en su página web The New York Times. Al inicio del día tropas de Kaddafi arribaron al lugar y lanzaron un asalto con armas automáticas y cañones antiaéreos sobre una mezquita ocupada por los rebeldes. Los opositores sólo tenían para repeler el ataque armas de caza. La batalla duró cuatro horas y los muertos fueron más de cien.
Otras ciudades, en cambio, pasaron bajo control de los rebeldes. Esto ocurrió ayer en Misurata, 170 km al este de Trípoli; en Sabratha, unos 75 km al este, así como en Zuara, 100 km, también al este de la capital libia. Todas las grandes ciudades del este de Libia, como Bengazi, Tobruk y Derna, ya están desde el comienzo de la semana en manos rebeldes. En Bengazi y Tobruk los opositores lograron hacerse de armas pesadas y automáticas.
En Trípoli, en tanto, casi no existen informaciones, salvo raros mensajes enviados por celular. Kaddafi aplastó las manifestaciones registradas desde el domingo de la peor manera. El dictador recurrió a aviones de combate y tanques contra los manifestantes. En los días siguientes las tropas habrían hecho limpieza de cadáveres y de ruinas dejadas por las bombas, así como de las manchas de sangre, según informó un habitante de Trípoli a la BBC.
A la ONU. En el plano diplomático, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene previsto reunirse hoy para tratar nuevamente la situación en Libia y podría considerar sanciones contra el país árabe si no cesa la violencia. Los 15 miembros del organismo acordaron evaluar medidas severas tras la petición hecha por el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant. Por su parte, el embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig, que ocupa uno de los 15 asientos del Consejo, dijo que su país espera que el organismo "tome acción" y la violencia contra los manifestantes acabe de inmediato. Por otro lado, el presidente de EEUU, Barack Obama, coordinó posiciones con sus pares de Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia, algo que podría dar sus frutos hoy en el palacio de la ONU en Nueva York.