Los partidos políticos de Italia buscaban una salida al punto muerto luego de que ninguno lograra una mayoría parlamentaria en las elecciones, lo que puso de manifiesto la amenaza de una prolongada inestabilidad y una crisis financiera europea. Los resultados, marcados por el notable ascenso del partido 5 Estrellas del comediante Beppe Grillo, dejaron a la coalición de centroizquierda con una mayoría en la Cámara baja pero sin los números necesarios para controlar al Senado.
Los mercados cayeron, el de Milán un 4,9 por ciento, debido a la negativa reacción de los inversores ante la parálisis política causada por la elección, ante los recuerdos de la crisis que elevó los costos de endeudamiento del país a niveles insostenibles y llevó a la zona euro al borde del colapso en 2011.
En la Cámara de Diputados, el grupo de centroizquierda de Pierluigi Bersani tendrá la mayoría gracias al premio que recibe el partido más votado, aunque lo consiguió por una diferencia de apenas unos miles de votos sobre la alianza de centroderecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi. En el Senado, donde los escaños se atribuyen según los resultados en las regiones, la situación es mucho más confusa, con un reparto muy igualado de senadores. Hacen falta 158 para tener una mayoría. Cualquier gobierno de coalición necesita controlar las dos cámaras para conseguir aprobar las leyes.
Demanda de cambios. Bersani, líder del Partido Democrático (PD) de centroizquierda, tiene la difícil tarea de tratar de formar una "gran coalición" con Berlusconi, el hombre al que acusa de arruinar Italia, o alcanzar un acuerdo con Grillo. El líder del PD prometió intentar formar un gobierno que respondería a la fuerte demanda por cambios. "Salimos primero, pero no ganamos", dijo a periodistas en sus primeros comentarios públicos tras la elección. Agregó que la situación política del país es "dramática", al analizar el resultado de las elecciones legislativas. "Somos conscientes de la dramática situación del país y de los riesgos que corre", dijo después de que la izquierda ganara las elecciones generales pero sin conseguir la mayoría absoluta en las dos Cámaras del Parlamento, indispensable para formar gobierno.
En una conferencia de prensa, el líder de la izquierda italiana invitó al controvertido cómico Beppe Grillo, verdadero triunfador de las elecciones con el 25 por ciento, a aclarar su programa de gobierno e indicar "el país que quieren", dijo. "No voy a hacer acuerdos con no se sabe quién", advirtió al Movimiento Cinco Estrellas de Grillo que canalizó el voto de protesta obteniendo un sorprendente triunfo con un ejército de desconocidos, amas de casa, estudiantes y desempleados que entrarán a formar parte del Parlamento. "No hemos ganado pero somos los primeros", reconoció Bersani. El PD siente la responsabilidad de presentar propuestas concretas ante el Parlamento, tal como lo establece la Constitución italiana, explicó. Para muchos observadores, con esas declaraciones Bersani reivindicó el derecho de formar un gobierno y convertirse en primer ministro.
De no llegar a un acuerdo para formar gobierno la alternativa es convocar a nuevas elecciones de inmediato o en pocos meses, pese a que Berlusconi y Bersani han indicado que quieren evitar una vuelta a las urnas caso de ser posible. "Italia debe ser gobernada", dijo Berlusconi en una entrevista con su propio canal de televisión. Descartó un pacto con Monti pero dijo que "hay que reflexionar" sobre un posible acuerdo con la centroizquierda. "Todos deben estar preparados para hacer sacrificios", agregó.
Condiciones. Grillo, por su parte, no mostró ninguna disposición inmediata a negociar. Comentaristas han dicho que sus adversarios subestimaron el atractivo del movimiento de base que se llama "no partido", especialmente entre los jóvenes, que se encuentran sin empleo ni perspectiva de un futuro decente. El comediante indicó que cree que el próximo gobierno no durará más de seis meses. "No podrán gobernar", sostuvo ayer. Agregó que podría trabajar con cualquiera que respalde sus propuestas políticas, que van desde medidas anticorrupción a otras de energía renovable, pero rechazó las sugerencias de que participaría en una coalición formal. "No es momento de hablar de alianzas (...) El sistema ha caído", sostuvo.
Con vagas promesas electorales y un equipo de candidatos casi desconocidos, el cómico del revuelto pelo gris canalizó la indignación pública por lo que muchos ven como un sistema político inútil y embotado y las duras medidas de austeridad que achacan a la canciller alemana Angela Merkel.
La elección, un rechazo masivo a las medidas de autoridad del primer ministro Mario Monti que quedó cuatro en la elección, causó consternación en Europa.