La escritora chilena Isabel Allende no cree que Michelle Bachelet, presidenta electa del país, tendrá un gobierno fácil pese a la altísima aprobación popular con la que cuenta y a considerarla “una mamá fuerte y cariñosa”. “Esta elección la ganó sola, la hubiera ganado igual sin el apoyo de ninguno de los partidos políticos. La gente votó por ella, no por los partidos políticos”, dijo Allende en una entrevista con la agencia DPA. En las presidenciales de noviembre pasado la socialista Bachelet se impuso con una amplia mayoría.
Allende cree que los conflictos sociales en Chile, sobre todo las protestas estudiantiles, no tienen tanto que ver con la ideología del presidente de turno, sino que son un “proceso normal” ante la necesidad de unas reformas estructurales que deberá emprender Bachelet.
—Su compatriota y también escritor Jorge Edwards dice que Chile es un matriarcado.
—Eso no es verdad, en Chile las mujeres son fuertes y trabajadoras y ahora han adquirido posición política. Pero en la banca, en el aparato militar, en las financieras, donde realmente está el poder, está en manos de hombres. Y la cultura sigue siendo machista aunque las mujeres sean fuertes y trabajadoras.
—Pero las dos principales candidatas en las últimas elecciones eran mujeres.
—Las mujeres son muy respetadas en política, muy buenas administradoras y honestas. A Bachelet no se le pudo acusar de ninguna corrupción. Como persona es irreprochable y transparente.
—Edwards también dice que Bachelet es la “gran mamá” de Chile.
—Es la gran madre de Chile, la gente la quiere como una mamá fuerte y cariñosa. Esta elección la ganó sola, la hubiera ganado igual sin el apoyo de ninguno de los partidos políticos. La gente votó por ella, no por los partidos políticos, esto se lo ganó ella porque de todos los presidentes que hemos tenido en nuestra historia democrática, ha tenido la mejor aprobación popular.
—Se habló de usted como ministra de Cultura.
—Jamás me han propuesto nada, y no me hubiera gustado, lo que yo quiero es escribir sola.
—¿Las protestas en Chile son ideológicas o forman parte del desarrollo normal de una sociedad en crecimiento?
—Es un proceso normal, se veía venir. Los gobiernos de la Concertación no resolvieron ciertos problemas estructurales: la privatización de la educación, de la salud. Esos problemas hay que resolverlos. Le tocaron al pobre Sebastián Piñera (el presidente saliente). Bachelet, a pesar de que tiene el Congreso con ella y la aprobación popular, no va a tener un gobierno fácil. Lo que pasa en Chile es que las expectativas son mucho mayores, la clase media desea más y vive endeudada, se le ofrece todo lo que no puede pagar, se endeuda y se endeuda, es una sociedad muy consumista.
—¿Es víctima de su propio éxito económico?
—No lo diría así, el éxito económico ha ayudado mucho, pero es víctima de una pésima distribución del ingreso. Hay un puñado de gente riquísimas, que tiene todo; una clase media endeudada y todavía hay gente pobre, y eso causa un estado de ansiedad, de violencia latente y la gente protesta.
—Usted es chilena pero nació en Perú. ¿Cómo ha vivido el conflicto marítimo?
—Como la mayoría de chilenos y peruanos. Es una franja de agua que no significa mayor pérdida para Chile. Tendemos a olvidar que en la Guerra del Pacífico le quitamos un montón de territorio al Perú. Hay resentimiento entre los dos países, pero yo creo que se ha resuelto de una manera diplomática. Cada país tiene que defender su territorio, aunque sea un islote, porque no se sabe lo que puede pasar en el futuro. Pero una vez que está tomada la decisión, hay que aceptarlo.
—¿Es esa actitud de ambos gobiernos lo mejor del conflicto?
—Es una actitud muy positiva, pero hay una franja de gente siempre que sale a protestar a la calle, que quema banderas, que ataca a los peruanos en la Plaza de Armas de Santiago. Nunca faltan los fanáticos, pero hay que mirar un poco la historia también.