Islamabad/Kabul. — La jefa de la diplomacia de EEUU, Hillary Clinton,
llegó ayer a Afganistán luego de visitar durante dos días a su poderoso y decisivo vecino,
Pakistán. La visita de Hillary a “Afg-Pak”, como se conoce en EEUU a estos dos países
vecinos, apunta a replantear la relación con vistas a encarrillar la guerra contra los talibanes y
Al Qaeda. En Pakistán, Clinton anunció un plan de inversiones en obras civiles por 500 millones de
dólares, a la vez que reclamó frontalmente por la detención y muerte de la cúpula de Al Qaeda, que
se refugia en el país, al parecer protegida por los servicios de inteligencia militar.
La secretaria de Estado anunció 500 millones de dólares en proyectos de
ayuda para la población civil de la zona fronteriza con Afganistán. Washington espera ganarse a un
público hostil pero vital para ganar la guerra. A la vez, Clinton indicó que ambos países deberían
trabajar más duro para perseguir a los líderes de Al Qaeda, que están escondidos en la porosa
frontera de Pakistán con Afganistán. “Nos gustaría trabajar más cercanamente para
perseguirlos y capturarlos o matarlos”, dijo la secretaria de Estado. “Creo que están
aquí, en Pakistán, y sería realmente muy útil si pudiéramos capturarlos”. Estas declaraciones
fueron una reiteración moderada de las que hizo el año pasado, cuando dijo que en el gobierno de
Pakistán sabían dónde se encontraban los líderes qaedistas. La declaración desató un escándalo y
atizó el odio antiestadounidense del poderoso islam radical.
En Kabul, Hillary anunció un acuerdo de libre tránsito con Pakistán, que
le dará a Afganistán acceso al mar y mercados en India, algo que se espera impulse el desarrollo y
el comercio. Este era un reclamo de larga data de Afganistán. India y Pakistán son enemigos desde
el nacimiento mismo de estas naciones, en 1947. Pakistán, a su vez, tendrá acceso a los países de
Asia central que limitan con Afganistán.