Atenas.— Grecia vuelve a afrontar una semana clave: ayer envió a Washington a altos representantes del gobierno para que se reúnan con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una carrera contrarreloj para terminar con un estancamiento de las negociaciones para un canje de deuda que ha generado nuevos temores a una cesación de pagos. Mientras tanto, “la troika” de los acreedores internacionales estudian los avances del país en la implementación de medidas de ahorro y los sindicatos volvieron a convocar huelgas.
Casi un mes después de que una inyección de fondos de rescate le ayudara a evitar la bancarrota, Grecia está de nuevo en el centro de la crisis de deuda europea por temores a una moratoria y una consecuente salida de la zona euro.
Atenas requiere de un acuerdo con el sector privado en pocos días para evitar declararse en bancarrota, antes de que deba pagar a fines de marzo vencimientos de bonos por 14.500 millones de euros. Sin embargo, las negociaciones con los acreedores se rompieron el viernes.
El gobierno heleno no mostró temor ante el estancamiento del diálogo. “Hay una pequeña pausa en las conversaciones, pero confío en que continúen y que lleguemos a tiempo a un acuerdo que sea aceptable para ambas partes”, expresó el primer ministro griego, Lucas Papademos, según una entrevista con la cadena de televisión CNBC.
El premier también aseguró que las conversaciones sobre el canje de deuda y el rescate deberían completarse en las próximas dos a tres semanas. “Este es el objetivo. Creo que están las condiciones para eso”, agregó.
Acuerdo urgente. Un acuerdo con los bancos debe ser sellado antes de que una misión de inspectores de la llamada “troika” de la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo arriben a Atenas la próxima semana para cerrar un segundo rescate por 130.000 millones de euros.
Según los bancos, Atenas no es el problema de las negociaciones, sugiriendo que la dificultad radica en las condiciones que insisten imponer los prestamistas extranjeros a cambio de ayuda para mantener a Grecia a flote.
En un intento por resolver el problema, una fuente gubernamental dijo que el jefe de la agencia de deuda de Grecia y un alto asesor viajaron ayer a Washington para reunirse con funcionarios del FMI, a solo un día de que un equipo de expertos técnicos de la troika llegue a la capital griega.
Según las condiciones acordadas en octubre, la deuda griega en manos de tenedores privados sería reducida a la mitad, de manera tal que, junto con las reformas estructurales, el endeudamiento general de Grecia respecto a su Producto Bruto Interno caiga al 120 por ciento en 2020 desde el 160 por ciento de hoy.
“Amenaza mayor”. El ministro de Finanzas británico, George Osborne, dijo ayer que la incertidumbre en torno a una solución de la crisis de deuda de Grecia es “una amenaza mayor” para la estabilidad europea que la rebaja de las calificaciones de nueve países de la zona euro anunciada el viernes por Standard & Poor’s.
Entretanto, los sindicatos griegos anunciaron más paros en protesta por los recortes salariales. Hoy será el turno del transporte público. Se espera que el subte permanezca bloqueado todo el día.
Los trabajadores de prensa también se manifestarán contra el ajuste. En algunos diarios, los empleados no cobran desde hace meses. El sindicato de periodistas anunció que hoy y mañana no habrá noticias ni en radio ni en televisión y mañana y el jueves no se publicarán diarios.
Malos pronósticos
Grecia declarará el cese de pagos de sus obligaciones en breve, afirmó ayer un importante funcionario de Standard & Poor’s. “Grecia caerá en moratoria en muy poco tiempo. No podría decir si habrá una solución al final de las actuales negociaciones”, dijo Moritz Kraemer, encargado de la unidad de calificaciones europeas de la agencia.