Río de Janeiro. - El flamante ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim, rechazó las acusaciones sobre su supuesta simpatía por el régimen de Teherán, al que se acercó durante sus años como canciller del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. También negó ser antiestadounidense. En una entrevista publicada ayer por el diario Folha de Sao Paulo, Amorim salió al cruce de las reacciones negativas de sectores militares a la política de acercamiento al líder iraní Mahmud Ahmadineyad durante el pasado gobierno. "Nunca fuimos amiguitos de Irán, que no es una prioridad de la política externa. Lo que sí fue prioridad, en un determinado momento, fue solucionar un problema grave para el mundo: (las sospechas en torno a) el programa nuclear de Irán", expresó el ex canciller, al justificar las gestiones realizadas por Lula en 2010 para intentar un acuerdo entre Teherán y la comunidad de los países occidentales.