El movimiento islamista palestino Hamas, en el poder en la Franja de Gaza, anunció la disolución de un controvertido consejo, considerado como un obstáculo a la unidad palestina, y llamó a su rival Fatah a entablar nuevas conversaciones de reconciliación. Y sobre todo, a ir a nuevas elecciones.
Este anuncio fue favorablemente acogido por la ONU y por Al Fatah, del presidente Mahmud Abas, aunque no queda claro en qué medida. Algunos medios europeos se apresuraron ayer a titular "Hamas devuelve Gaza a Al Fatah", pero esto parece una exageración: apenas se abrió una puerta para negociar.
"En respuesta a los esfuerzos egipcios, Hamas anunció la disolución del comité administrativo en la Franja de Gaza y dio su acuerdo para emprender conversaciones sobre la reconciliación y para organizar elecciones generales", dijo en un comunicado. Hamas había creado en marzo este "comité administrativo", para gestionar los asuntos del enclave palestino. Este órgano era percibido por el presidente palestino Mahmud Abbas como un gobierno paralelo que obstaculizaba la "reconciliación palestina".
Desde la creación de este comité, el presidente Abbas se esforzó por debilitar a Hamas y bloqueó en particular en los últimos meses los pagos de la electricidad que Israel suministra a Gaza.
Este anuncio de Hamas llega días después de una visita a El Cairo por parte de su líder, Ismail Haniyeh, que realizó su primer viaje a ese país desde su elección en mayo.
Las relaciones entre Egipto y Hamas se habían degradado desde el derrocamiento en 2013 del presidente Mohamed Mursi, miembro de los Hermanos Musulmanes, movimiento del que procede también la formación islamista radical palestina.
En respuesta a la decisión de Hamas, un dirigente de Al Fatah, Azzam al-Ahmad, aludió a una reunión entre los dos partidos para debatir un documento sobre la reconciliación. "El gobierno palestino debe ahora retornar a Gaza para ejercer su autoridad, tal como lo hace en Cisjordania" dijo Al Ahmad a la agencia oficial Wafa
La Autoridad Palestina, con sede en Cisjordania y dirigida por Abbas, es reconocida por la comunidad internacional. Está enfrentada a Hamas desde que éste la expulsó a tiros y con numerosos asesinatos de sus afiliados de la Franja de Gaza en 2007. La violencia fue similar a una guerra civil.
Las últimas elecciones generales en Cisjordania y Gaza, hace once años, dieron la victoria a Hamas sobre Al Fatah, pero en 2007 desembocaron en ese encarnizado y largo enfrentamiento entre los dos principales grupos palestinos. A la matanza de sus hombres en Gaza, Al Fatah respondió en modo similar en Cisjordania. Desde entonces, los intentos de reconciliación han registrado sonoros fracasos, dando lugar a una persecución mutua (asesinatos, redadas, acusaciones, amenazas, etc..) en ambos territorios. "Hamas invita al gobierno de consenso encabezado por Rami Hamdallah (el primer ministro de la ANP con base en Ramala, Cisjordania,) a venir a la Franja para llevar a cabo su misión y su deber de inmediato", señaló el comunicado tras maratonianas negociaciones en El Cairo. El desmantelamiento del control gubernamental de Hamas en Gaza ha sido siempre una de las condiciones de Abbas para la reconciliación con un grupo al que solía acusar de "perpetrar un golpe en Gaza".