Pese al fuerte enfrentamiento verbal entre el nuevo gobierno griego de izquierda radical y la Unión Europea, se negociaría un acuerdo entre bastidores. Funcionarios del Ministerio de Finanzas griego y del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker trabajarían en un plan de diez puntos, según fuentes de Atenas citadas por la agencia alemana de noticias DPA. Pero otros medios, habitualmente bien informados, desconocieron estas presuntas negociaciones, que se dan poco antes del encuentro de emergencia del Eurogrupo para tratar el caso griego y luego de un explosivo discurso del nuevo premier griego, Alexis Tsipras, ante el Parlamento en Atenas.
De acuerdo con la información, en las conversaciones también está involucrado Washington. Según DPA, no habría más "troika", formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha sido vetada por el nuevo gobierno griego. Una concesión que, de ser cierta, sería una victoria política del gobierno griego. Se negociarían diez medidas de reforma que serán presentadas a los 18 miembros del Eurogrupo mañana en Bruselas, como una especie de compromiso de transición para Grecia en las que podría basarse el plan que pide Atenas. Si el borrador es aprobado por los miembros del Eurogrupo, podría ser desembolsado el último tramo de ayudas para Atenas, unos 7.000 millones de euros. Con ello el país podría cumplir con sus obligaciones y evitaría la quiebra. Pero esto requeriría el visto bueno del BCE, al menos, y muy posiblemente del FMI, de modo que no queda claro cómo se haría el préstamo sin la "troika" vetada por Grecia.
Tsipras afirmó ayer durante una reunión con el canciller austríaco Werner Faymann en Viena que si su gobierno fracasa se verían fortalecidas la extrema derecha y las fuerzas antieuropeas. El griego volvió a rechazar una prolongación del paquete de rescate de la troika y de los recortes que conlleva. Grecia tiene actualmente deudas por unos 320.000 millones de euros, de los cuales 220.000 son con la troika, que debió "rescatar" dos veces a Atenas, en 2010 y en 2012. El austríaco Faymann, por su parte, dijo que había unidad en cuanto a que Grecia debe permanecer en la Eurozona. La cuestión es encontrar un camino que permita al nuevo gobierno poder presentar sus posiciones, pero cumpliendo con los compromisos asumidos, agregó. Algo así como lograr la cuadratura del círculo.
Por su parte, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, describió el programa de ahorros como "tóxico" en el Parlamento de Atenas. Afirmó que Grecia no iba a negociar más con la troika pero que esto no significaba que Atenas no reconociera a las instituciones de UE, el FMI o el BCE. Otro enunciado difícil de asimilar con la realidad.
Tsipras anunció el domingo ante el Parlamento de su país sus planes para "desmantelar" el "cruel" programa de austeridad y descartó cualquier extensión del rescate internacional que acaba a fin de mes. Pero también dijo que antes de junio presentará una propuesta de transición para reformular el pago de la deuda y que su gobierno necesitaba tiempo. Su discurso inaugural ante el Parlamento provocó ayer una nueva caída de las acciones griegas a mínimos históricos y una fuerte alza en los rendimientos de sus bonos soberanos, generando más nerviosismo en los mercados financieros europeos.
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, afirmó: "Aún no entendí cómo quiere hacerlo el gobierno griego", al programa financiero. También el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, reaccionó con severidad: "Grecia no puede partir de la base de que el ánimo general en Europa cambió tanto como para que la Eurozona acepte el programa de gobierno de Tsipras sin más".
Menos optimismo. En una versión mucho menos optimista que la de DPA, la agencia británica Reuters comentó que Grecia y sus socios de la zona euro "persistieron en una arriesgada confrontación", luego de que Tsipras insistió en que su país no pedirá una extensión del rescate y que Alemania afirmó que no habrá más dinero para Atenas fuera del programa de asistencia. Reuters agrega que Jean-Claude Juncker advirtió a los griegos que no esperen que la zona euro ceda ante las exigencias de Tsipras, "en un enfrentamiento que asustó a los mercados financieros y generó pedidos de Canadá y Estados Unidos de buscar un compromiso". Reuters remarcó que hubo "una escalada en las discusiones", con el ministro de Finanzas griego Varoufakis afirmando que la zona euro colapsaría "como un castillo de naipes" si Atenas es expulsada del bloque. La agencia caracterizó la conducta griega como "atizar la confrontación", con la Eurozona y la UE. Un funcionario del Ministerio de Finanzas griego dijo que no creía que Juncker, la jefa del FMI, Christine Lagarde, o la canciller alemana, Angela Merkel, vayan a dejar que Grecia caiga en bancarrota.
Pero la canciller alemana señaló que Atenas debe presentar una propuesta viable. "Creo que lo que importa es lo que Grecia ponga sobre la mesa", dijo Merkel desde Washington. En sintonía con su jefa, el ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, instó al nuevo gobierno griego a presentar "muy rápidamente" sus planes sobre cómo quiere abordar sus problemas de deuda. "Lo que necesitamos ahora es la voluntad de una acción pragmática y no el deseo de denunciar a la otra parte en público todos los días, eso no lleva a ningún lado", sostuvo, y agregó que Atenas debe dialogar con todos los involucrados, incluyendo a la "troika".
“Cero” chances a reclamo griego sobre la guerra
Alemania afirmó ayer que había “cero” posibilidades de pagar una indemnización a Atenas por la 2ª Guerra Mundial, luego de que el primer ministro Alexis Tsipras reiterara una demanda de Grecia sobre el tema. La demanda fue rechazada de plano por Sigmar Gabriel, vicecanciller alemán y ministro de Economía. “La probabilidad es cero”, afirmó Gabriel, y añadió que un tratado firmado hace 25 años había puesto fin a demandas de ese tipo. Gabriel se refería al “Tratado de Acuerdo Final con respecto a Alemania”, firmado en septiembre de 1990 por Alemania Occidental y Oriental y los cuatro aliados de la 2ª Guerra poco antes de la reunificación. Las cuatro potencias renunciaron a los derechos que tenían sobre Alemania. Para Berlín, el documento, aprobado por Grecia entre otros países, significa el fin de nuevos reclamos. Alemania ya pagó a Grecia 115 millones de marcos en 1960, en uno de los 12 acuerdos de compensación Atenas dice que siempre consideró ese dinero como un pago inicial.
Depósitos caen a mínimo histórico
Los depósitos bancarios cayeron en Grecia a su menor nivel desde el comienzo de la crisis financiera en 2010, informaron fuentes del sector. El diario Kathimerini, de tendencia conservadora, informó que los depósitos se redujeron a 147.000 millones de euros por primera vez desde el estallido de la crisis. El menor nivel hasta ahora se había dado en junio de 2012, con 150.000 millones de euros, fecha a partir de la cual volvieron a subir.