Francia se despidió solememente de las 130 víctimas de los atentados terroristas de París en una emotiva ceremonia en la capital francesa en la que se leyeron todos los nombres de los fallecidos y en la que el presidente, François Hollande, prometió luchar hasta “destruir a los fanáticos” del Estado Islámico (EI). A la vez, su ministro de Exteriores, Laurent Fabius, hizo un importante gesto de apertura a Rusia para sumarla al frente que lucha contra el grupo extremista musulmán.
“Son 130 nombres, 130 a los que les arrancaron la vida, 130 destinos truncados, 130 risas que no volveremos a escuchar, 130 voces que se perdieron para siempre”, dijo Hollande, visiblemente emocionado. “Representaban la vida y por eso los mataron. Murieron porque representaban a Francia. Fueron masacrados porque representaban la libertad”. “Procedían de nuestras ciudades, de nuestros barrios, de nuestros pueblos. También del extranjero, 17 países lloran hoy con nosotros”, agregó.
Dos semanas después de los ataques terroristas del 13 de noviembre, Francia recordó en el Palacio de los Inválidos (Les Invalides) a las víctimas en una ceremonia solemne a la que asistieron más de 1.000 invitados, incluidos muchos de los familiares de los fallecidos. También estuvieron presentes, en una patética primera fila, personas que resultaron heridas en los atentados, algunas de ellas asistidas todavía en camilla o en silla de ruedas y asistidas por personal médico. Asistieron a recordar a los caídos pese al fuerte frío que reinaba en París.
La ceremonia comenzó con el himno nacinonal francés, La Marsellesa, seguida por un minuto de silencio. También se cantaron dos clásicos franceses: “Quand on a que l’amour” y “Perlimpinpin”. Una intensa emoción reinó en la ceremonia en el palacio de los Inválidos, en la que participaron unas 2.600 personas, entre ellas numerosos familiares de las víctimas. Christophe, 48 años, Lola, 17 años... durante largos minutos se oyó la triste letanía de los nombres de las víctimas de los peores atentados sufridos por Francia en su historia. “Viernes 13 de noviembre, ese día no lo olvidaremos nunca. Francia fue golpeada en su corazón”, dijo el jefe de Estado, que prometió “solemnemente” hacer todo lo necesario para “destruir el ejército de fanáticos” responsable de los atentados de París, los terroristas del Estado Islámico (EI). Hollande valoró los homenajes que muchas personas anónimas siguen haciendo a las víctimas en los lugares de los atentados, depositando flores, velas y mensajes. Hay una palabra para esos gestos, dijo Hollande: “Se llama fraternidad”. Muchos franceses adornaron además sus casas y ventanas con la bandera azul, blanca y roja. Las costureras francesas tuvieron trabajo extra por los pedidos de banderas de vecinos y comerciantes. La “tricolor” se lució en miles de balcones y ventanas de toda Francia.
El mandatario socialista pidió tolerancia y aseguró que Francia no sucumbiría al miedo ni al odio. “Los terroristas quieren dividirnos, enfrentarnos. No lo lograrán”, advirtió. Pero a su vez prometió que luchará para destruir al EI. “Les prometo que Francia hará todo lo posible para destruir a este ejército de fanáticos que es responsable de estos crímenes”. Francia “no cederá ni al miedo ni al odio”. Hollande denunció a esa “horda de asesinos” que actuaron “en nombre de una causa demente y de un Dios traicionado”, y calificó los ataques de “acto de guerra organizado desde lejos y fríamente ejecutado”. Pero “Francia seguirá siendo la misma” y responderemos a los ataques con “más canciones, más conciertos” y “seguiremos yendo a los estadios”, dijo.
Siria, nuevo aliado. En este contexto, Francia dio un importante giro en su estrategia para combatir al Estado Islámico. El ministro de Exteriores Laurent Fabius apuntó la posibilidad de que las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad se sumen a la alianza contra el grupo terrorista. En entrevista televisiva, Fabius explicó que se necesitan los bombardeos aéreos, pero también tropas sobre el terreno. Y estas deberían ser fuerzas del opositor Ejército Libre Sirio, enemigos de Assad y varias veces bombardeados por Rusia. “Y por qué no también las fuerzas del régimen”, añadió.
La idea provocó un claro rechazo de parte de los opositores del régimen sirio. “Ese paso sólo servirá a los intereses del gran terrorista Bashar Assad”, lamentó Ahmed Ramadan, uno de los dirigentes de la opositora Coalición Nacional Siria, con sede en Estambul.
Para Francia esta posición supone un giro radical. Hasta hace poco consideraba que no podía trabajar con el régimen sirio. Assad es para París el principal responsable de la guerra civil siria, que se estima que ha causado más de 250.000 muertes desde 2011. Las fuerzas de Assad están acusadas de crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, tras los atentados en París, Hollande intenta forjar la mayor coalición posible contra el EI. El jueves se entrevistó con el presidente ruso Vladimir Putin, quien le aseguró que intentará que sus bombardeos no afecten a la oposición moderada siria. Damasco saludó el giro de Francia. El titular de Exterior Walid al Muallem afirmó: “Si Fabius habla en serio sobre la cooperación con aquellas fuerzas que luchan contra el terrorismo en Siria, sólo podemos saludarla”.