La consulta popular en Colombia que pretendía eliminar prácticas de corrupción de la política y el Estado no alcanzó por poco el umbral mínimo de votantes y por lo tanto no podrá convertirse en ley. Pese al resultado negativo, los impulsores de la consulta celebraron la votación, por su contundente masividad: votaron más de 11 millones de personas, más de los que consagraron presidente a Iván Duque en junio pasado. El partido del presidente, Centro Democrático, dominado en los hechos por el ex mandatario Alvaro Uribe, se mostró contra la consulta, mientras que la oposición ecologista y de izquierda se movilizó a favor.
Para que la consulta fuera válida se necesitaba que la tercera parte del censo electoral acudiera a las urnas (12.140.342 personas), pero "apenas" lo hicieron 11.669.346, el 99,95 por ciento de los votantes, según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Los colombianos debían responder siete preguntas con "Sí" o "No", todas encaminadas a impedir el robo de dinero público y hacer más transparente la contratación estatal. Dentro de las propuestas estaba reducir el salario de los congresistas, eliminar los beneficios para los políticos que sean acusados de hacer negocios con fondos públicos y que los parlamentarios estuvieran obligados a rendir cuentas por sus inasistencias a las sesiones del Congreso. Todas las preguntas superaron el 99 por ciento de sufragios a favor, pero al no alcanzar el mínimo requerido de votantes no pasan al Congreso para convertirse en ley.
La senadora "verde" Angélica Lozano, gran promotora de la consulta, dijo que si bien no se alcanzó el umbral, la votación supone una alta participación de colombianos "que salieron de sus casas sin un incentivo que no fuera la pura convicción". Lozano indicó que radicará ante el Congreso las siete preguntas de la consulta convertidas en proyecto de ley. "Vamos a dejarle el balón en la cancha al Congreso, a ver si le van a decir que no a más de 11 millones de colombianos", desafió. Anoche el cuartel general del referendo no dejó de mostrar caras sonrientes pese al fallo por pocos votos de la iniciativa. Lozano, la ex senadora Claudia López, Jorge Enrique Robledo, Antanas Mockus y muchos voluntarios que ayudaron a realizar la consulta, celebraron el resultado.
Diversos analistas destacaron la amplia participación, pues los más de 11 millones de votos que alcanzó la consulta son más que los que llevaron a Iván Duque a la presidencia en las elecciones de junio pasado, cuando obtuvo poco más de 10,4 millones de votos.
El ex canciller y analista político de RCN Radio Rodrigo Pardo consideró que el resultado de la consulta fue de todas formas un triunfo, ya que obtuvo un amplio respaldo pese a que no contó con las ayudas que normalmente tienen las campañas electorales. "Este llamado a acudir a las urnas no contó con elementos como debates televisados, tampoco hubo una polarización, ni tampoco campañas en tarimas y plazas públicas, y tampoco corrió mucho dinero para hacerle propaganda a la consulta", reseñó.
Si bien la consulta fue respaldada por la mayoría de los sectores políticos del país, en las últimas semanas ese respaldo se diluyó de parte del gobernante partido de derecha Centro Democrático, que en un principio había apoyado tibiamente la iniciativa. Su líder, el ex presidente Alvaro Uribe, mostró su apoyo a la consulta durante los meses de campaña a la Presidencia de Duque, pero, una vez que éste ganó, cambió de opinión, argumentando que prefería que las medidas sean tratadas directamente con proyectos de ley impulsados desde el gobierno. Por último, se movilizó abiertamente en contra desde las redes sociales. "No voto la Consulta Engañosa y he cuidado con transparencia y austeridad los recursos del Estado a lo largo de mi carrera pública", indicó Uribe recientemente desde su cuenta de Twitter. Contra la abierta oposición de Uribe, Duque votó la iniciativa e invitó a los colombianos a respaldarla. "Hoy venimos a cumplirle a la democracia colombiana, esta es una jornada en donde hemos votado para expresar nuestro rechazo a la corrupción", indicó Duque durante la mañana desde la Plaza Bolívar, donde depositó su voto.
Paquete oficialista
El gobierno de Duque radicó el pasado 8 de agosto, justo un día después de su posesión como jefe de Estado, un paquete legislativo ante el Congreso encaminado a erradicar la corrupción. Este gesto causó rechazo por parte de los promotores de la consulta, pero luego el mandatario aclaró que el paquete era "complementario" y no competía con la iniciativa popular.
La consulta se hizo cuando aún resuenan los ecos del esquema de sobornos que montó la constructora brasileña Odebrecht en Latinoamérica. La consulta contenía mandatos que incluían la eliminación del beneficio de "casa por cárcel" para condenados por corrupción y el embargo de sus bienes. Además, planteaba restringir el derecho a la reelección de cargos de votación popular (salvo la de presidente, que ya fue derogada) y obligar a los parlamentarios a rendir cuentas y hacer público su patrimonio. Aunque estaba enfocada principalmente en el castigo a funcionarios públicos, la iniciativa también pretendía transparentar la contratación con el Estado y prohibir tratos con empresas condenadas por sobornos u otras prácticas corruptas.
Según los cálculos más conservadores, Colombia perdió el 4 por ciento del PBI por corrupción entre 1991 y 2011, un promedio de casi 3.000 millones de dólares, de acuerdo con un estudio de la Universidad Externado. Con el tema tan instalado en la sociedad, el presidente Duque no podrá dejar de tratar el candente asunto en el Congreso donde goza de una mayoría amplia. De paso, esto le servirá para desmarcarse de la tutela de Uribe.