Finalmente Renzi renunció, pero no se sabe si habrá elecciones
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, renunció ayer, tres días después de su derrota en el referéndum sobre su reforma constitucional. Renzi había anunciado que renunciaría luego del resultado del domingo, pero a pedido del presidente Sergio Mattarella esperó hasta que el Parlamento aprobara el presupuesto, lo cual sucedió ayer. El futuro político italiano es incierto.
8 de diciembre 2016 · 00:00hs
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, renunció ayer, tres días después de su derrota en el referéndum sobre su reforma constitucional. Renzi había anunciado que renunciaría luego del resultado del domingo, pero a pedido del presidente Sergio Mattarella esperó hasta que el Parlamento aprobara el presupuesto, lo cual sucedió ayer. El futuro político italiano es incierto.
Mattarella aceptó la renuncia de Renzi y pidió al gobierno que continúe por el momento al frente de los asuntos pendientes. El presidente iniciará hoy una ronda de consultas de dos días con los líderes de los partidos para tratar de formar un nuevo gobierno. Mattarella planea aceptar propuestas el sábado de los principales partidos, incluido el Partido Demócrata que encabeza Renzi y el Movimiento 5 Estrellas, las dos mayores fuerzas en el Parlamento. El favorito para reemplazar a Renzi es el ministro de Economía y Finanzas, Pier Carlo Padoan. También se habla del presidente del Senado, Pietro Grasso, jurista y fiscal que persiguió a la mafia y que antes del nombramiento de Mattarella, en enero de 2015, ocupó su puesto de forma interina. Además se barajan los nombres del ministro de Cultura y peso pesado del Partido Democrático, Darío Franceschini, y el del ministro de Transporte, Graziano Delrio.
Matarella podría convocar elecciones anticipadas para el próximo año o nombrar un gobierno de transición técnico hasta los comicios de 2018, al final de la legislatura. Renzi dijo ante la dirección de su Partido Demócratico (PD) que Italia se enfrenta a la elección entre convocar comicios de forma apresurada a principios de 2017 o intentar la formación de un gabinete de unidad que necesitaría contar con el apoyo de partidos de la oposición. "El PD no puede estar sólo" asumiendo las responsabilidades de gobierno, dijo Renzi.
Sin embargo los dos principales partidos de la oposición, el Movimiento 5 Estrellas y la derechista Liga Norte, descartaron cualquier acuerdo con el PD. Así que el único partido que podría pactar con el PD es Forza Italia, de Silvio Berlusconi.
Mattarella está en contra de celebrar elecciones anticipadas, debido a que la ley electoral es actuamente distinta para la Cámara Baja y el Senado. La primera fue reformada por Renzi, pero la del Senado iba a ser modificada con el referéndum, que reformaba radicalmente esa Cámara. Así que existe un alto riesgo de que si se celebran elecciones anticipadas el resultado pueda no ser concluyente y se ahonde más la crisis.
Otras prioridades para un nuevo gobierno serían dar una respuesta a las exigencias de la Unión Europea de mejorar su disciplina prespuestaria, gestionar la ayuda a las zonas afectadas por los terremotos de este año y organizar la cumbre del G7 prevista para mayo en Sicilia.
Renzi seguirá estando al frente del PD, formación enla que existe una situación interna de fuerte división. La minoría anti-Renzi militó activamente contra el referéndum, lo que ahondó las diferencias dentro del PD. La formación apoyará a Mattarella en la búsqueda de un nuevo gobierno, afirmó Renzi tras una reunión de la cúpula de su partido en Roma. Como presidente del PD, Renzi podría presentarse a las próximas elecciones. Pese a la derrota de la reforma constitucional, que era su más ambicioso proyecto de gobierno, Renzi sigue siendo la figura más fuerte del centroizquierda, muy fragmentado y desgastado desde su inesperada derrota en las urnas en 2013. De esa crisis nació el liderazgo de Renzi, por entonces alcalde de Florencia.
El de Renzi fue el Ejecutivo número 65 de Italia en 71 años, desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, y el número 63 desde la fundación de la República en 1946. Estuvo casi tres años en el poder, algo que pocos primeros ministros lograron antes que él. En febrero de 2014 se convirtió en el premier más joven de Italia, a los 39 años. Es una incógnita si aún tiene futuro político.