El ex abogado de Donald Trump, Michael Cohen, se declaró culpable ante un tribunal de haberle mentido al Congreso durante la investigación que lleva el fiscal especial Robert Mueller. Este indaga en los vínculos en 2016 entre la campaña del entonces candidato Trump con el Kremlin de Vladimir Putin, el llamado "Rusiagate".
Trump reaccionó y cuestionó a su ex abogado. "Cohen está siendo una persona débil y está tratando de conseguir una reducción de condena", aseguró antes de partir hacia Argentina para la cumbre del G-20.
Cohen se presentó ayer por sorpresa en un tribunal federal de Manhattan para admitir su culpabilidad. Es el primer cargo que le imputa Mueller. El ex letrado de Trump admitió haberle mentido al Congreso sobre su implicación en los planes relativos a la construcción de una "Torre Trump" en Moscú durante la campaña electoral de 2016. El proyecto inmobiliario no se llevó a cabo.
A cambio de admitir su culpabilidad y de cooperar con el fiscal, el abogado de 52 años tendría la expectativa de recibir una sentencia menos dura. Es el mecanismo de colaboración premiada, muy usado en el sistema judicial penal estadounidense.
De acuerdo al documento presentado por la fiscalía, Cohen "deliberadamente hizo declaraciones falsas" y "engañó" al Comité de Inteligencia del Senado sobre la fecha en que dejó de considerar el proyecto inmobiliario en Moscú, sobre su intención de viajar a Rusia y sobre contactos con el Kremlin del presidente Vladimir Putin.
Cohen, que por entonces ejercía de vicepresidente ejecutivo de las empresas de Trump, "intentó ocultar o minimizar" que siguió debatiendo sobre el proyecto varias veces hasta junio de 2016, cuando supuestamente había dejado de hacerlo en enero, así como que acordó viajar a Rusia, además de tomar medidas de cara a un posible viaje de Trump. Este ya era precandidato presidencial. La fiscalía señala que Cohen "recordó" que en torno a enero de 2016, recibió una respuesta del presidente ruso y habló sobre el proyecto de Moscú con un miembro de su despacho. El pasado agosto, Cohen ya se declaró culpable en Nueva York de varios delitos fiscales ajenos a la investigación sobre la coordinación entre la campaña electoral de Trump y el Kremlin para influir en los resultados de las presidenciales de 2016. Trump ganó esa elección en parte gracias a las filtraciones de correos electrónicos de sus adversarios demócratas. Los rusos fueron los que hackearon los correos de los demócratas, según todos los indicios. El abogado involucró a Trump, su cliente entre 2007 y 2017. Las maniobras ilegales del Kremlin incluyeron filtraciones a través del portal Wikileaks, que claramente perjudicaron la candidatura de la postulante demócrata Hillary Clinton.
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