Dallas. — Las divisiones políticas cada vez más amplias en la comunidad
evangélica estadounidense, alguna vez unida, podrían perjudicar a los republicanos en la carrera de
noviembre a la Casa Blanca, en momentos en que el senador John McCain se alza como favorito para la
nominación del partido. El precandidato republicano Mitt Romney abandonó el jueves último la
carrera a la presidencia de Estados Unidos, una decisión que casi ciertamente convertirá a McCain
en el nominado de su partido.
Pero esa es una perspectiva poco atractiva para algunos evangélicos blancos, de tendencia
conservadora, cuyo apoyo podría ser la diferencia en la elección de noviembre contra el Partido
Demócrata.
Tema candente. McCain se opone al derecho al aborto, pero su falta de apoyo a una
enmienda constitucional para prohibir el matrimonio homosexual y su respaldo a la investigación con
células madre embrionarias están entre las decisiones políticas que algunos evangélicos
conservadores no pueden perdonarle.
Con el influyente James Dobson, fundador del grupo de defensa conservador Focus on the Family,
diciendo que no votará por McCain, los analistas anticipan que la participación evangélica, o la
falta de ella, podría ser clave el 4 de noviembre.
“Es posible que la falta de entusiasmo por McCain pueda llevar a una participación más
baja entre los evangélicos”, dijo Scott Keeter, del Pew Research Center.
Dependientes. Dicho escenario podría inclinar la elección a favor de los
demócratas, dado que los republicanos han llegado a depender fuertemente de la comunidad
evangélica, vigorizada para salir y votar por su oposición a los derechos al aborto y de los
homosexuales.
Su voto fue ampliamente considerado como la diferencia para el presidente George W. Bush en sus
dos candidaturas exitosas para la Casa Blanca.
“Cualquier cosa lejos de una base republicana plenamente comprometida y movilizada
significará un desastre para el candidato republicano”, pronosticó Tony Perkins, presidente
de Family Research Council, un grupo de presión conservador con fuertes vínculos evangélicos.
“Los evangélicos hacen más que votar (...) son voluntarios, trabajan en las campañas. Hacen
trabajo telefónico voluntario y reparten volantes”, agregó.
Fuerte influencia. Los evangélicos comprenden aproximadamente un quinto de la
población estadounidense, y según sondeos de Pew, representan al menos un tercio del electorado
republicano, lo cual les da una fuerte influencia en política.
Aparentemente, McCain, de 71 años, podría parecer el candidato ideal a los ojos evangélicos.
Desde hace tiempo se opone al aborto, una prueba de fuego para muchos cristianos conservadores,
y como veterano de Vietnam y ex prisionero de guerra es considerado como un héroe de guerra
nacional.
Su apariencia de tipo duro y su apoyo resuelto a la guerra librada por el presidente Bush contra
Irak también resonarán en muchos evangélicos, que ven la “lucha contra el terrorismo”
como parte de un “choque de civilizaciones” más amplio y los acontecimientos de Medio
Oriente como una profecía bíblica en desarrollo.
Pero el voto republicano permanece fuertemente dividido en gran parte debido a la presencia en
carrera del otro precandidato, Mike Huckabee, un predicador bautista y ex gobernador de
Arkansas.