Grecia y sus acreedores endurecieron ayer aún más sus posiciones, tras el fracaso de las negociaciones del domingo para evitar el default y la salida del país de la eurozona. Ayer el comisario europeo de Alemania Günter Oettinger dijo que "llegó el momento de prepararse para un estado de emergencia" en la zona euro, mientras el premier griego Alexis Tsipras ignoró las peticiones de los líderes europeos para que actúe rápido y culpó a los acreedores por el colapso de las negociaciones. El domingo, las autoridades europeas levantaron las negociaciones con Atenas ante la falta de concesiones de Grecia. Ayer, el premier griego llegó a acusar de "saqueo" a sus acreedores. Dentro de este mes Grecia debe pagar 1.600 millones de euros al FMI y en julio y agosto tiene vencimientos aún más pesados con este organismo y los otros integrantes de la "troika" (Banco Central Europeo, BCE, y Comisión Europea). Los mercados reflejaron de inmediato este peligro de default griego, desechado hasta hace poco como muy improbable.
Tsipras aseguró que su gobierno tiene la responsabilidad de defender la dignidad de Grecia y dijo que se resistirá a las exigencias de llevar a cabo mayores recortes en las jubilaciones y pensiones. "No es un asunto de terquedad ideológica.Tiene que ver con la democracia", afirmó el joven premier de 40 años, quien fue elegido en enero pasado precisamente por su promesa de poner fin a los ajustes impuestos por la "troika" (la "austeridad" en la jerga europea). "Sólo se puede sospechar de motivos políticos detrás del hecho de que insistan en más recortes de las jubilaciones a pesar de 5 años de saqueo", disparó Tsipras. Quedan sólo dos semanas para encontrar una salida antes de enfrentar un pago de 1.600 millones de euros al FMI. Grecia se podría quedar sin efectivo, sin poder pedir prestado y fuera de la zona euro.
Presión alemana. Alemania y otras naciones acreedoras exigieron que Atenas ofrezca nuevas propuestas. "No funcionará que Grecia fije las condiciones y diga «todos tienen que bailar a nuestro ritmo». Grecia debe volver a la realidad", afirmó Volker Kauder, líder parlamentario de los conservadores de la canciller Angela Merkel. La Comisión Europea -que fue la que mantuvo el choque más fuerte con Grecia- afirmó que sólo reanudará los esfuerzos negociadores si Grecia presenta nuevas propuestas. El portavoz del Ejecutivo heleno aseguró que Atenas sigue firme en su rechazo a los recortes en salarios estatales y jubilaciones y a la subida del IVA a bienes básicos. "Hemos agotado ampliamente nuestros límites", dijo el portavoz Gabriel Sakellardis. Desde el despacho de Tsipras se dijo que Grecia está dispuesta a reanudar las reuniones en cualquier momento y que aguarda una señal de sus prestamistas. "Si nos llaman con algo nuevo, puede que también les demos algo nuevo", deslizó un funcionario.
El gobierno griego rechazó información del diario alemán Suddeutsche Zeitung que aseguró que tiene planes para imponer controles de capitales este fin de semana si fracasan las negociaciones. Pese a la profundización de la crisis, Tsipras seguirá adelante con una visita a Rusia el jueves, día en que los ministros de Finanzas de la zona euro, el Eurogrupo, celebran una reunión crucial para Grecia.
Eurogrupo y Rusia. Funcionarios de la UE indicaron que si Grecia no presenta propuestas mejoradas para el jueves, la reunión del Eurogrupo será muy dura y presentaría probablemente un ultimátum. "Si no hay nuevas propuestas, creo que llegó el momento de decirles «lo toman o lo dejan», o casi", señaló un funcionario de la zona euro.
Aunque había pocas señales visibles de pánico en Atenas debido a que los griegos siguen confiando en una solución de último minuto, el más reciente revés provocó una ola de ventas de acciones europeas y asiáticas y afectó al euro. Los bancos griegos vieron ayer salidas de depósitos por cerca de 400 millones de euros, un aumento del ritmo de retiro de efectivo respecto a la semana pasada. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo que Grecia debe alcanzar un acuerdo muy pronto. Preguntado en el Europarlamento sobre el riesgo de un default, contestó que "tenemos los instrumentos para manejarlo". Igualmente, se trataría de "un territorio inexplorado. En todo caso, el BCE seguirá aprobando financiamiento de emergencia para los bancos griegos mientras sigan siendo solventes, aunque supervisará estrechamente que tengan garantías. Draghi destacó ante al Parlamento Europeo que depende de los políticos electos, y no de los banqueros centrales, decidir el futuro de Grecia y que el BCE no puede permitir que su liquidez sea usada "ilegalmente" para financiar al gobierno griego.