Berlín.— Los líderes de las principales economías europeas acordaron ayer en
Berlín la necesidad de una mayor regulación de los mercados financieros y fondos de inversión de
alto riesgo, en una minicumbre convocada por la canciller alemana Angela Merkel, antes de la cumbre
del G20, que se celebrará el 2 de abril en Londres. Los líderes buscan proteger al bloque contra la
peor crisis desde la posguerra.
La jefa de gobierno germana invitó a una reunión a sus colegas de Francia, Gran
Bretaña, Italia, España y Holanda para dejar de lado recientes recelos y acercar posiciones antes
del encuentro con otros líderes del continente. Los presidentes de la Comisión Europea, el Banco
Central Europeo (BCE), el Eurogrupo y la Unión Europea (UE) también participaron en la cita de
Berlín.
El G20 es un organismo internacional de actuación rápida en el ámbito económico,
que integra a países ricos (EEUU, Alemania o Japón) con emergentes (China, India o Brasil). La
diplomacia permitió además que la delegación europea cediera sillas a España, República Checa y
Holanda, países que no pertenecen al club.
A supervisar. "Todos los mercados financieros, productos y participantes,
incluyendo los fondos de inversión de alto riesgo y otras fuentes privadas de capital que podrían
presentar un riesgo sistémico, deben ser sometidos a la apropiada supervisión o regulación", dijo
Merkel en una declaración en nombre de los asistentes al encuentro.
Los líderes europeos respaldaron el llamamiento de Merkel de crear "una carta de
la actividad económica sostenida" para reducir los desequilibrios económicos y para estabilizar los
mercados financieros.
La carta regularía todas las actividades de los mercados financieros en el
mundo, incluyendo las agencias clasificadoras de riesgos. Merkel dijo que la carta estaría "basada
en las fuerzas del mercado, pero evitando los excesos, y a la postre terminaría con una estructura
gubernativa global".
Proteccionismo. En un borrador de la minicumbre los líderes advierten contra el
proteccionismo, pero no con la dureza esperada. "A raíz de la difícil situación económica en el
mundo actual, todos los países tienen la tarea de resistir las tendencias proteccionistas", indica
el texto preliminar.
Además, los representantes europeos destacaron la necesidad de actuar
eficazmente contra los paraísos fiscales y se comprometieron a estudiar medidas de castigo contra
aquellos países que se nieguen a facilitar información sobre delitos de fraude fiscal.
También hicieron hincapié en la necesidad de que haya un organismo internacional
que asuma la responsabilidad de supervisar el cumplimiento de las nuevas normas, papel que asumiría
un Fondo Monetario Internacional (FMI) reformado. "Los recursos del FMI deben ser duplicados para
que pueda ayudar a sus miembros con premura y flexibilidad cuando encaran dificultades en su
balanza de pagos", dijo Merkel.
Tensiones internas. A pesar de los acuerdos, nuevas tensiones en el interior del
bloque monetario posaron una nube sobre la reunión en la capital alemana. De cara al encuentro, el
FMI respaldó la idea de un bono europeo común para aliviar la presión en los estados europeos como
Irlanda y Grecia, que se ven obligados a pagar altas primas a los miembros más fuertes del bloque
para financiar sus deudas.
En Europa del este, las divisas de Polonia, República Checa y Hungría se han
visto altamente presionadas, afectando a millones en toda la región que pidieron préstamos en
monedas extranjeras como el euro.
En una entrevista del periódico alemán Bild, el primer ministro italiano, Silvio
Berlusconi, destacó un grave problema en el bloque monetario. "Europa sufre de anacronismos. Por
ejemplo, el hecho de que naciera como una unión monetaria, pero aún carece de una dimensión
política", criticó. "Ahora, las únicas herramientas para encarar la crisis son monetarias", agregó
el premier.