Luxemburgo.- La tasa de desempleo en la zona euro llegó en febrero a su punto máximo en casi 15 años, destacando el costo humano de la crisis de deuda del bloque y la lucha de los gobiernos por superarla. La agencia estadística europea, Eurostat, calcula que más de 24,5 millones de personas carecían de trabajo en febrero pasado en toda la Unión Europea (UE), de las cuales 17,1 millones se encontraban en la zona euro. Esto supone un aumento mensual de 167.000 desempleados en el conjunto de la UE y de 162.000 en la eurozona.
Según los datos ofrecidos por Eurostat, el desempleo en la zona euro se situó en febrero en el 10,8 por ciento, un nivel récord que supera en una décima el dato de enero y contrasta con el 10 por ciento registrado hace un año. La agencia volvió a colocar a España como el país con peores cifras de toda la región, ya que su tasa de desempleo subió al 23,6 por ciento, tres décimas más que en enero.
Por su parte, en el conjunto de la UE la tasa de desempleo se situó en febrero en el 10,2 por ciento, una décima por encima del mes anterior, y siete décimas más que en febrero de 2011.
Entre los países miembros cuyos datos estaban disponibles, las menores tasas de desempleo se registraron en Austria (4,2 por ciento), Países Bajos (4,9 por ciento) y Luxemburgo (5,2 por ciento), mientras que las más altas fueron las de España (23,6 por ciento), Grecia (21 por ciento en diciembre de 2011), Portugal (15 por ciento) e Irlanda (14,7 por ciento). El Italia el desempleo llegó al 9,3 por ciento.
En todos los frentes. De acuerdo a Eurostat, la tasa de desempleo masculino se incrementó en la zona euro desde el 10,6 por ciento de enero al 10,7 por ciento de febrero, mientras que en la UE se mantuvo en el 10,1 por ciento. En el caso del desempleo femenino, subió una décima en ambas áreas, hasta el 11 por ciento y el 10,2 por ciento, respectivamente.
Asimismo, el desempleo entre los menores de 25 años subió hasta el 21,6 por ciento en la zona euro, desde el 21,5 por ciento del mes anterior, mientras que en el conjunto de la UE se situó en el 22,4 por ciento, una décima más que en enero.
En estas tres categorías España volvió a registrar en febrero las cifras más altas, con un desempleo del 50,5 por ciento entre los jóvenes -seis décimas más que en enero-, mientras que el desempleo masculino aumentó cuatro décimas, hasta el 23,3 por ciento, y el femenino subió dos décimas, hasta el 23,9 por ciento.
Según algunos economistas, el desempleo seguirá aumentando en la zona euro. "Esperamos que siga subiendo hasta alcanzar el 11 por ciento a fines de este año", dijo Raphael Brun-Aguerre, economista de JP Morgan en Londres. "Hay recortes de empleos en el sector público, el ingreso se desacelera y el consumo es débil. El panorama de crecimiento económico es negativo y el desempleo empeorará", aseguró.
Analistas apuntan que los consumidores se muestran renuentes a gastar en tiempos de austeridad y esto ha frenado la economía de la eurozona, pese al modesto repunte en Estados Unidos y ciertos países emergentes.
"El creciente desempleo ha aumentado las presiones en el gasto familiar, especialmente en los gastos secundarios", dijo la economista Jennifer McKeown, de la firma Capital Economics. Y advirtió que la situación seguramente empeorará, incluso en Alemania, donde el desempleo es del 5,7 por ciento, ya que los sondeos "del mercado laboral apuntan a una próxima contracción".
Economistas divididos. La crisis de deuda de Europa obligó a los gobiernos a recortar drásticamente el gasto mientras que la confianza de las empresas colapsó el año pasado, dejando a muchos europeos en problemas para encontrar trabajo en momentos en que la zona euro se dirige a una recesión.
La Comisión Europea espera que la producción de la zona euro se contraiga en un 0,3 por ciento en 2012, mientras que otros datos divulgados ayer mostraron que la actividad manufacturera del bloque se contrajo por octavo mes sucesivo en marzo.
Los economistas están divididos con respecto a si es acertado o no bajar los déficits fiscales tan agresivamente, a medida que la desaceleración económica afecta la recaudación de impuestos y la capacidad de los consumidores para gastar.No obstante, la Comisión sostiene que deudas públicas más bajas recuperarán la confianza de los inversionistas luego de que el bloque permitiera que sus deudas crecieran a niveles récord en medio de un escaso control.