Madrid. — Dos semanas después de asesinar a su última víctima mortal, ETA irrumpió en plena Semana Santa haciendo explotar un coche bomba junto a un cuartel de la Guardia Civil en el centro de la localidad riojana de Calahorra, en el norte del país.

Madrid. — Dos semanas después de asesinar a su última víctima mortal, ETA irrumpió en plena Semana Santa haciendo explotar un coche bomba junto a un cuartel de la Guardia Civil en el centro de la localidad riojana de Calahorra, en el norte del país.
En esta ocasión no hubo que lamentar víctimas mortales ni heridos de gravedad, ya que el cuartel fue desalojado rápidamente después de que ETA alertase de la colocación del explosivo con una llamada a una asociación vasca de ayuda en carretera. Un guardia civil resultó herido leve, con una contusión, al tirarse al suelo para protegerse de la explosión, y ocho personas fueron atendidas por cortes que no revestían importancia.
Pero el daño material fue tremendo en la zona y se vivieron escenas de pánico. Las inmediaciones estaban llenas de gente, ya que acababa de celebrarse la procesión de Viernes Santo en la pequeña localidad de unos 23.000 habitantes. Decenas de personas quedaron aterrorizadas o en estado de shock por la fortísima explosión. El cuartel y los edificios cercanos sufrieron graves daños, de tal forma que unas 40 familias debieron pasar la noche alojadas en hoteles.
Tras la explosión, la policía local temió que pudiera haber un segundo coche bomba en la zona, por lo que amplió el perímetro de seguridad, si bien posteriormente quedó descartada la existencia de otro vehículo con explosivos.
El complejo de la Guardia Civil ya sufrió un atentado similar en 1983. Los propietarios del auto utilizado para el ataque terrorista fueron hallados poco después, atados a un árbol en una zona de campaña.
El repudio del atentado no se hizo esperar. El presidente en La Rioja del Partido Popular (PP), Pedro Sanz, advirtió a los terroristas que "con los demócratas nunca van a poder", después de constatar que la bomba "podría haber causado una masacre". El pasado 7 de marzo, dos días antes de las elecciones generales en España, ETA asesinó a tiros a un ex concejal socialista en el País Vasco.

