Decenas de miles de personas marcharon a favor de la unidad de España en Barcelona con motivo de la fiesta nacional de la Hispanidad. El número de los presentes fue netamente superior al de años anteriores y tuvo vinculación evidente con la crisis catalana. En Madrid, donde se hizo como siempre el acto central con los reyes, un imponente desfile militar registró asimismo una participación inusualmente alta de ciudadanos, que vivaron con entusiasmo a España y a su bandera. La jornada del 12 de Octubre se vio teñida de luto por la caída de un avión militar que había participado en la parada de Madrid.
Pero fue sin dudas Barcelona la que dio la nota. Unas 65.000 personas, según la policía municipal, asistieron a la marcha, muchísimos más que el año pasado, cuando fueron unos 5.000. "Queremos reivindicar al otro bando, que se oiga que hay mucha gente en Cataluña que no está a favor de la independencia", aseguró a la agencia AFP Juan Jiménez, trabajador en una fábrica de autos de 26 años. Nuevamente se escuchó el "Puigdemont, a prisión", que se hizo popular en la histórica manifestación del pasado 8 de octubre, en referencia al presidente regional que amenaza con fundar una república independiente. Esa mitad de la sociedad catalana que no desea la independencia ha vuelto ayer a demostrar que tampoco ella se queda de brazos cruzados ante una secesión guiada por un grupo dirigente que para ellos está formado por ineptos y radicalizados.
"Cada año por el día nacional solemos salir con la bandera española pero este año incluso más porque tenemos que defender la unidad de España", dijo en la marcha de Barcelona Raquel Martínez, estudiante de 18 años. Grupos de hinchas de fútbol se enfrentaron luego brevemente en el centro de la ciudad, informó la policía regional catalana, los Mossos d'Esquadra.
En Madrid, y como cada año, ante la atenta mirada del rey Felipe VI y el presidente de gobierno Mariajo Rajoy, las fuerzas armadas protagonizaron un multitudinario desfile para conmemorar la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, el Día de la Hispanidad.
Entre los asistentes y las calles aledañas se observaban muchas más banderas españolas que en años precedentes, así como aplausos a la Policía Nacional, que participaba por primera vez en 30 años tras su intervención para impedir el referéndum inconstitucional catalán del 1º de octubre. Planteada como una exaltación de unidad en plena crisis catalana, la fiesta nacional se tiñó de luto cuando uno de los aviones que participaron en el desfile de Madrid se estrelló en la provincia de Albacete, 300 km al sudeste, causando la muerte del piloto.
Según la prensa local, decenas de miles de personas llenaron los laterales de casi dos kilómetros de recorrido por el Paseo de la Castellana, por donde han desfilado 4.000 militares y policías. Felipe VI ha recibido un aplauso atronador y constantes vivas cuando ha hecho acto de presencia en el palco de autoridades. Un desfile de mayor recorrido que el habitual apostó a alargar la parada militar, hasta casi dos kilómetros para que la ciudadanía tuviera más posibilidades de acercarse a las fuerzas armadas españolas. Han sido varias las novedades este año. La más notoria fue la citada participación en el desfile del Cuerpo Nacional de Policía. El Ministerio de Defensa la había invitado el pasado mes de agosto. Para la prensa española "su asistencia coincide con la campaña de hostigamiento que tanto la Policía como la Guardia Civil están sufriendo en Cataluña por parte de los independentistas".
Además, se ha querido que las víctimas del terrorismo tengan un papel destacado. Las víctimas de los recientes atentados islámicos en Cataluña y Londres fueron recordadas en el homenaje a los caídos que se realiza durante el desfile. Y fueron invitados los embajadores de los países de los que procedían las víctimas de Barcelona y un familiar de Ignacio Echeverría, el español asesinado en Londres cuando hizo frente a los terroristas.
En el palco junto a los reyes Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, se presentaron Mariano Rajoy _también ha recibido aplausos_; la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal y los demás ministros. También estuvieron los presidentes de las Autonomías, salvo tres: los de Cataluña, País Vasco y Navarra. Pero Autonomías con fuertes movimientos nacionalistas, como Galicia y Valencia entre otras, sí participaron de este acto que fue, más que nunca, una contundente afirmación de identidad española y de unidad nacional. Un fuerte y claro mensaje enviado a los cuarteles generales del separatismo catalán.
catalanes y españoles. En Barcelona las banderas españolas y las catalanas "señeras" se sumaron.