El ministro de Energía de Arabia Saudita denunció que dos petroleros fueron saboteados y sufrieron "daños significativos" frente a las costas de los Emiratos Arabes Unidos, lo que suscita temores de una escalada en la región en torno a Irán, el enemigo declarado de los dos países del Golfo. Irán condenó el presunto sabotaje y pidió un esclarecimiento del hecho. Estados Unidos señaló previamente que había riesgo creciente de un ataque de este tipo "de Irán o sus asociados". El episodio ocurre mientras una flota de Estados Unidos se dirige a la zona, después de que Irán se retirara parcialmente del acuerdo internacional de control de su programa nuclear la semana pasada.
Una empresa noruega informó que uno de sus petroleros, el Andrea Victory, también sufrió daños en la misma zona; las imágenes publicadas muestran la popa del barco con una gran hendidura en la línea de flotación. Los Emiratos Arabes Unidos dijeron que un total de cuatro buques habían sido saboteados cerca del Estrecho de Ormuz, la puerta de entrada al Golfo Pérsico, que Irán amenaza clausurar a menudo. Uno de los buques sauditas debía cargar petróleo con destino a EEUU.
Ni Arabia Saudita ni los Emiratos Arabes Unidos asignaron la culpa a nadie, pero las tensiones con Irán de parte de las dos naciones árabes son muy altas. Apoyan a bandos opuestos en la guerra civil en Yemen. Arabia Saudita e Irán son los líderes de las dos ramas adversarias del mundo islámico, el sunismo y el shiísmo, respectivamente. Arabia cuenta con el respaldo de las seis naciones árabes del Consejo del Golfo, que ayer condenó los ataques.
Además, la Administración Marítima de los Estados Unidos había advertido el jueves, varios días antes de los incidentes, de la intensificación de las amenazas procedentes del Irán en el Mar Rojo, el estrecho de Bab el-Mandeb y el Golfo Pérsico. Habría una "mayor posibilidad de que Irán y/o sus representantes regionales" puedan atacar petroleros, otros buques comerciales o buques de guerra de Estados Unidos o a sus aliados, dijo el organismo marítimo estadounidense.
En los últimos años, Irán ha amenazado con bloquear el tráfico a través del estrecho, sea en respuesta a sanciones occidentales o ante incidentes navales.
La denuncia de sabotaje llega cuando Estados Unidos está enviando un portaaviones y su grupo naval de apoyo, bombarderos y una batería antimisiles al Golfo para disuadir una agresión iraní. La administración de Donald Trump sostiene que Irán está movilizando a sus asociados en el Medio Oriente para atacar a las fuerzas estadounidenses, ya que Estados Unidos está incrementando las sanciones económicas contra Teherán.
El secretario de Estado Mike Pompeo viajó ayer a Bruselas para hablar sobre Irán con los líderes de la Unión Europea. El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, le dijo a Pompeo "que estamos preocupados por el desarrollo y las tensiones en la región, que no queremos una escalada militar".
La semana pasada, Irán anunció que se retiraba "parcialmente" del acuerdo nuclear de 2015 que vigila su programa nuclear para evitar que fabrique bombas. Anunció que reiniciaría la producción de centrifugadoras de uranio y empezaría a acumular ese mineral otra vez, aunque "sin retirarse completamente" del acuerdo, que China, Rusia y la Unión Europea siguen apoyando. Hace un año, el que se retiró fue Estados Unidos, pero de manera completa. Trump volvió a imponer amplias sanciones a Irán en noviembre. Desde entonces, las exportaciones de petróleo de Irán han caído en más de la mitad, a menos de un millón de barriles diarios. Este mes, Estados Unidos apuntó a cinco de los mayores clientes de Irán, a los que les habían concedido exenciones para la compra de petróleo iraní. India y Turquía parecen haber reducido sus compras, pero China continúa comprando.