Una multitud con banderas y silbatos salió a las calles ayer en Caracas y otras ciudades de Venezuela, convocada por el líder opositor Juan Guaidó para exigir un cambio en este país, sumido en una demoledora crisis económica y continúas tensiones políticas luego de más de 20 años de gobiernos chavistas.
En su discurso, Guaidó llamó a los partidarios a permanecer en las calles en los próximos días y les mencionó la reciente rebelión en Bolivia, donde 18 días de protestas y un cambio de actitud de la policía y los militares, que se alejaron del gobierno, provocaron la renuncia del presidente Evo Morales, un estrecho aliado de Nicolás Maduro.
"Si nos quedamos en casa, habremos perdido", advirtió Guaidó antes de marchar pacíficamente con un grupo de simpatizantes a la embajada de Bolivia en Caracas. "Hoy, mañana y lunes, estaremos en las calles", agregó. Pero no está claro si podrá mantener el impulso.
Si bien la multitud opositora en Caracas era más grande de lo que han sido en meses previos, careció del tamaño y la combatividad de las manifestaciones de enero, cuando Guaidó fue declarado presidente interino por el Parlamento, argumentando que Maduro había usurpado el poder y violó la Constitución al comenzar un segundo mandato que es considerado por más de 50 naciones como ilegítimo.
Guaidó busca revitalizar la campaña para forzar alguna salida. "Sabía que la marcha no iba a ser muy contundente, pero no puedo quedarme en casa; siento que le debo a mis hijos un país mejor. Vine a demostrar que la lucha por la democracia sigue'', testimonió Francisco Villasmil, un comerciante de 42 años, que portaba un cartel escrito a mano en que se leía "Maduro renuncia ya, fuera!''.
Como suele ocurrir en Venezuela, los seguidores del presidente Maduro también marcharon desde otros puntos de la ciudad rumbo al palacio de gobierno, en el centro de Caracas, para apoyar a su líder y defender la llamada "Revolución Bolivariana''. "Si alguna vez sucediera algo parecido a lo que ocurrió en Bolivia, el pueblo venezolano saldría a la calle, la clase obrera, las comunas. ¡Que la oligarquía no se equivoque!'', dijo Maduro a los militantes vestidos de rojo.
"¡En Venezuela triunfa la paz!'', arengó Maduro, cuyo gobierno ha sido acusado por la Alta Comisaria para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, de cometer 6.800 ejecuciones extrajudiciales en apenas 18 meses.
Guaidó insistió que necesita de la participación de todos para lograr el cese del mandato de Maduro, que se instale un gobierno de transición a cargo de llevar adelante unas elecciones libres. Este reclamo también lo formulan 54 naciones que reconocen a Guaidó, la Unión Europea y la OEA.