Carles Puigdemont, vitoreado hace una semana como el líder que había llevado a Cataluña a proclamar la independencia y cuya captura fue ordenada ayer por la Justicia española, era hasta hace dos años casi un desconocido.
Carles Puigdemont, vitoreado hace una semana como el líder que había llevado a Cataluña a proclamar la independencia y cuya captura fue ordenada ayer por la Justicia española, era hasta hace dos años casi un desconocido.
Con gran parte de su gabinete en prisión, el político de 54 años vuelve a centrar desde Bélgica toda la atención casi dos años después de ponerse al frente del gobierno regional de Cataluña prácticamente por casualidad.
Meticuloso, obstinado e independentista convencido, su nombre no aparecía entonces en ninguna de las apuestas para relevar a Artur Mas cuando éste se vio obligado a dar un paso atrás, vetado por la CUP, un partido antisistema. El "Govern" necesitaba el apoyo de la CUP en el Parlamento catalán y Mas tuvo que retirarse. Las elecciones que habían formado ese Parlamento no habían resultado el plebiscito que Mas había imaginado.
Puigdemont, hasta entonces alcalde de la ciudad e Gerona, asumió la presidencia del gobierno con la misión de guiar ruptura con España. "No son tiempos para cobardes ni para los que les tiemblan las piernas. Nos toca asumir responsabilidades", dijo en su discurso de investidura en enero de 2016.
Nacido en 1962, Puigdemont lanzó su mayor desafío a principios del pasado septiembre cuando, desoyendo a la Justicia y al gobierno español, convocó un referéndum de independencia,claramente ilegal, para el 1º de octubre.
Esa misma noche, tras una turbulenta jornada con irregularidades en los locales electorales y violencia, Puigdemont reclamó la secesión. Muchos le tildaron de temerario y lo acusaron de poner a Cataluña al borde del precipicio. Al contrario que Mas, quien fue evolucionando desde el nacionalismo hacia el independentismo, Puigdemont fue siempre un separatista convencido. Formó parte de organizaciones independentistas y estuvo al frente de la asociación de municipios que defienden la secesión de Cataluña. Diputado desde 2006, un año después fue candidato al Ayuntamiento de Gerona. No ganó pero sí lo hizo en 2011.