La Habana.- El Papa Benedicto XVI se reunió ayer en La Habana con el presidente cubano, Raúl Castro, aunque no trascendieron informaciones sobre el contenido del encuentro. Joseph Ratzinger llegó al Palacio de la Revolución con extrema puntualidad, y fue recibido por Castro y saludado por funcionarios y autoridades de la Iglesia Católica cubana. Tras el encuentro, el pontífice y el mandatario cubano se mostraron juntos en un vestíbulo del palacio, donde se estrecharon las manos y observaron los regalos que intercambiaron, una imagen de la virgen de la Caridad del Cobre y un gran libro con imágenes de mapas y algunos textos aparentemente antiguos. Luego salieron hasta la escalinata del frente del palacio, donde saludaron a los periodistas presentes y posaron para los fotógrafos.
Pocas horas antes, el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Marino Murillo, había asegurado que en la isla no se harán reformas políticas, en una aparente respuesta a palabras del pontífice. "Cuba seguirá modernizando su modelo económico, pero el sistema político del país socialista es incuestionable", afirmó ayer Murillo, quien además es supervisor de las reformas impulsadas por el gobierno de Raúl Castro.
Sus comentarios parecieron responder a las frases pronunciadas poco antes por Benedicto XVI, quien en la misa que celebró el lunes en Santiago de Cuba dijo que los cubanos deben construir "una sociedad renovada y más abierta". En la isla rige un sistema de partido único y todos los medios de comunicación son estatales. Murillo aseguró que el plan de más de 300 reformas emprendido por Raúl Castro seguirá orientado a flexibilizar el rígido centralismo de corte soviético para asegurar la supervivencia del ideario marxista en el país, pero no se extenderá de ningún modo al área política.
"Actualización". "En Cuba no va a haber una reforma política. En Cuba estamos hablando de la actualización del modelo económico cubano que haga nuestro socialismo sustentable", dijo el funcionario en una conferencia con numerosos periodistas extranjeros llegados para cubrir la visita de Su Santidad. "Hemos estudiado lo que está haciendo todo el mundo pero actualizaremos nuestro modelo socialista con características bien cubanas", agregó el ex ministro de Economía, argumentando que el gobierno sigue de cerca los cambios en países como Rusia, Vietnam o China. Las reformas han permitido a los cubanos -por primera vez desde 1959- comprar y vender libremente casas y autos, adquirir tierras para el cultivo y ampliar el emprendimiento privado en áreas como el turismo y la hostelería.
Por su parte, los grupos disidentes de la isla, acusados por el gobierno de ser mercenarios de EEUU, son escépticos sobre el eventual calado de los cambios económicos oficiales. "No va a tener lugar ninguna reforma económica y mucho menos en el sistema de leyes y de libertades civiles y políticas", dijo Elizardo Sánchez, portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos.
Los opositores están frustrados porque no consiguieron una audiencia con el Papa para trasladarle sus denuncias de violación de derechos humanos, y aseguraron que las autoridades le mostrarán al pontífice una realidad cubana sesgada. La oposición afirma que muchos cubanos permanecen encarcelados por sus actividades políticas, y que este tipo de arrestos se multiplicaron antes de la llegada de Benedicto XVI.
"Los que sufren". En 1998 Juan Pablo II realizó una histórica visita a Cuba en la que fue recibido por Fidel Castro. El pontífice, que ayudó a tumbar el régimen comunista de la Unión Soviética, le pidió al entonces presidente que liberara a los presos de conciencia, prohibiera el aborto y le diera a la Iglesia Católica el lugar que merece.
Joseph Ratzinger, quien fue elegido como Papa en abril de 2005, no hizo ayer ninguna referencia a prisioneros políticos. Sin embargo, en su visita al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, el pontífice dedicó sus plegarias a los necesitados y los presos, así como a la población negra y a la vecina isla de Haití.
Benedicto celebrará hoy una misa al aire libre en la Plaza de la Revolución de La Habana como acto final de su visita a Cuba.
Desaparecidos
Activistas disidentes exigieron ayer a las autoridades cubanas que identifiquen al hombre que gritó consignas en favor de la libertad y contra el comunismo poco antes de la misa celebrada por el Papa el lunes. El hombre fue detenido por la policía y no se conoce su paradero. También se denunciaron otras 200 desapariciones de opositores.