Al menos cinco estudiantes fueron asesinados ayer por policías y paramilitares en Nicaragua, aseguró un organismo de derechos humanos independiente. Además, el campus de la Universidad en Managua fue asediado durante horas por los paramilitares y debió ser evacuado por mediación de la Iglesia. El gobierno del sandinista Daniel Ortega mantiene una implacable represión mediante grupos de policías encapuchados y paramilitares. Las protestas se iniciaron en abril contra un ajuste previsional de Ortega, que debió archivar ante la reacción popular. Pero las protestas continuaron, ahora con exigencias de nuevas elecciones. La Unión Europea (UE), España, Costa Rica y Chile condenaron ayer la ola de represión y urgieron a Ortega a reanudar el diálogo.
"La situación es muy grave, necesitamos abrir un corredor para evacuar heridos, se nos está muriendo la gente", denunció Alvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, indpendiente) al denunciar ataques en cinco poblados. Leiva lanzó un "SOS humanitario" para el corredor de "los pueblos blancos", como se conoce a las pequeñas ciudades de Diriá, Diriomo, en la provincia oriental de Granada, así como Niquinohomo y Catarina, en la provincia de Masaya, al sur de Managua.
"Nos están masacrando", denunció el activista de derechos humanos en declaraciones al Canal 15, indicando que conocía el caso de una niña de 10 años que se encontraba gravemente herida sin posibilidad de sacarla en ambulancia de la zona.
Un primer ataque se registró a primeras horas del domingo contra manifestantes que se encontraban en los "tranques" (barricadas) de Diriá y Diriomo, poblados vecinos divididos por una carretera, y luego continuaron en Catarina y Niquinohomo. Leiva dijo que dos de los fallecidos se registraron en el barrio Monimbó, en la ciudad de Masaya, y denunció que como parte del "plan limpieza del gobierno" se estaban realizando "ejecuciones" de manifestantes por parte de paramilitares. Videos en las redes sociales mostraron una enorme columna de camionetas con encapuchados que ingresaban a primera hora del día en Masaya.
Según el rotativo "El Nuevo Diario", pobladores de Diriá y Diriomo reportaron drones que sobrevolaban las casas y dijo que se escuchaban ráfagas de armas en algunos sectores de la ciudad de Masaya, donde las campanas de la iglesia San Sebastián comenzaron a repicar para alertar a la población de un ataque.
Sin hacer mención de los violentos operativos paramilitares, el portal oficialista 19 Digital publicó fotos de los tramos de carretera que dijo "ya están liberados y la población puede circular con tranquilidad y seguridad, para realizar sus actividades cotidianas".
Organismos de derechos humanos independientes dan cuenta de 351 muertos, la mayoría civiles. El gobierno solo reconoce 49 fallecidos.
La represión alcanzó niveles gravísimos el sábado, cuando fue atacado el campus de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), donde durante unas 12 horas los estudiantes sufrieron el asedio de huestes armadas del presidente Daniel Ortega. El ataque dejó dos estudiantes muertos y 16 heridos. La UNAN era último bastión en pie de la resistencia estudiantil en Managua. Una muchedumbre se congregó en la Catedral Metropolitana para recibir como héroes a decenas de estudiantes universitarios que por intervención de la Iglesia fueron liberados del campus. Antes, al menos 60 de los estudiantes pudieron refugiarse en la parroquia Divina Misericordia, pero también fue atacada por las huestes de Ortega. El cardenal Leopoldo Brenes explicó que fueron diez horas intensas de negociaciones con el gobierno para lograr la libertad de los jóvenes, que fueron trasladados en autobuses hasta la Catedral.
Condena internacional
La Unión Europea (UE) y los gobiernos de España, Costa Rica y Chile condenaron e la ola de creciente violencia estatal que estremece a Nicaragua y urgieron al gobierno de Daniel Ortega a reanudar la vía del diálogo.
"Los actos de violencia contra estudiantes y civiles en Nicaragua, así como la demora en dar asistencia médica de urgencia a los heridos, son deplorables", señaló la representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini.
Mientras, en España, el gobierno rechazó la violencia y pidió diálogo y que se investiguen las muertes registradas desde que estallaron las protestas contra Ortega. El Ministerio de Asuntos Exteriores enfatizó "la necesidad de que se respeten los derechos de reunión, manifestación y libertad de expresión, así como que se investiguen y juzguen todas las muertes acaecidas desde el 18 de abril. El Ministerio del Exterior de Costa Rica anunció que el presidente Carlos Alvarado denunciará ante el secretario general de la ONU, António Guterres, "el uso de la fuerza letal en contra de estudiantes y civiles en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN)".Y en Chile, el gobierno de Sebastián Piñera condenó los últimos sucesos violentos en la UNAN e instó a Ortega a "reanudar los mecanismos de diálogo y acercamiento y la búsqueda de caminos hacia la paz y la reconciliación, respeto a los Derechos humanos, el fortalecimiento de la democracia y a la necesaria convivencia social".