Nueva York. — Con una pausa en la por momentos ríspida campaña para las elecciones de noviembre y diversos actos, Estados Unidos recordó ayer el undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y el presidente Barack Obama dijo al país que la red terrorista Al Qaeda "fue devastada". Dos de los aviones impactaron aquel día a las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, mientras que otro se estrelló contra el Pentágono y una cuarta aeronave cayó en un campo de Pensilvania cuando los pasajeros se rebelaron contra los secuestradores.
Obama habló en el Pentágono, donde murieron 184 personas, y dijo a las familias de las víctimas que todo el país comparte su pérdida. "Once veces hemos hecho un alto para recordar y reflexionar, en unidad y en intención", sostuvo Obama. "Este nunca es un día fácil, pero es especialmente difícil para todos ustedes, las familias de los cerca de 3.000 inocentes que perdieron sus vidas", agregó. "Pero sin importar cuántos años pasen, sin importar cuántas veces nos reunamos en este suelo sagrado, sepan esto: Ustedes nunca estarán solos, sus seres amados nunca serán olvidados. Ellos permanecerán en los corazones de nuestra nación porque a través de su sacrificio nos ayudaron a construir el Estados Unidos que somos hoy, un Estados Unidos que emergió más fuerte", afirmó.
Guerra al terrorismo. Obama, quien habló bajo un cielo azul que recordó la mañana del 11-S de 2001, dijo que la lucha del país no es con el Islam sino con Al Qaeda, el grupo responsable de los ataques. "Siempre dije que nuestra lucha es con Al Qaeda y sus cómplices, no con el Islam u otra religión. Dijo que su país "asestó un golpe devastador" a Al Qaeda. "Y Osama Bin Laden no nos amenazará nunca más", agregó Obama, que autorizó la misión que dio muerte al fundador de la red extremista en mayo de 2011 en Pakistán.
Antes de la ceremonia del Pentágono, Obama y su esposa Michelle realizaron un minuto de silencio en la Casa Blanca. Luego se dirigieron al cementerio nacional de Arlington, donde realizaron un homenaje ante las tumbas de los militares muertos en Irak y Afganistán.
Tanto el presidente, que buscará su reelección el 6 de noviembre, como su rival electoral republicano, Mitt Romney, suspendieron ayer sus campañas por el nuevo aniversario, poniendo un freno de 24 horas a sus ataques cruzados en deferencia a una de las jornadas más unificadoras del calendario estadounidense. No obstante, Romney no dejó pasar la oportunidad de figurar en un momento tan solemne, y en un discurso ante la Guardia Nacional en el Estado de Nevada destacó la necesidad de contar con un Ejército fuerte.
Familiares reunidos. En la Zona Cero en el sur de Manhattan, donde se encontraban las torres, cientos de familiares de las víctimas re reunieron junto a miembros de la policía local, bomberos y políticos para una lectura anual de los nombres de las 2.983 víctimas que murieron en Nueva York, Washington y Pensilvania. Pero a diferencia de otros años, los políticos no participaron de la lectura de los nombres, que se llevó a cabo frente a los enormes fuentes que marcan el lugar en el que se encontraban las dos torres y en las que aparecen los nombres de las víctimas. Sólo familiares o amigos cercanos participaron de la lectura de los nombres, que toma tres horas y está a cargo de 198 personas. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y otros políticos, entre ellos el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, el de Nueva Jersey Chris Christie y el ex alcalde de la ciudad Rudolf Giuliani —quien estaba en el cargo cuando ocurrieron los ataques—, se reunieron cerca del podio mientras se leían los nombres.
"Apenas se conocían". En Shanksville, Pensilvania, el vicepresidente Joe Biden dijo a familiares de los 40 pasajeros que murieron en un avión de United Airlines que el país siempre honrará su heroísmo. Los pasajeros se rebelaron contra los secuestradores, una acción que llevó al aparato a estrellarse en un campo remoto. Los secuestradores planeaban chocar el avión contra el Capitolio en Washington.
Los estadounidenses "no han olvidado el heroísmo de sus esposos, esposas, hijos, hijas, madres, padres. Y lo que ellos hicieron por este país aún está grabado en la mente no sólo de ustedes, sino de millones de estadounidenses, para siempre", dijo Biden ante más de 1.000 personas que se reunieron en el lugar donde cayó el avión, ahora un memorial a las víctimas. Patrick White, actual presidente de las familias del Vuelo 93, dijo que su primo, Joey Nacke II, y los otros pasajeros no eran más que extraños hasta momentos antes de su ingreso por la fuerza a la cabina del avión donde estaban los secuestradores. "Apenas se conocían", dijo White.
Nuevas víctimas. El lunes, el gobierno de Obama acordó que 70.000 bomberos, policías y otros miembros de equipos de emergencia sobrevivientes que llegaron a las torres tras los ataques tendrán derecho a controles y tratamiento gratis para unos 50 tipos de cáncer. El dinero destinado a esas víctimas procederá de un fondo creado el año pasado para personas aquejadas de distintas enfermedades, entre las cuales todavía no se había incluido el cáncer, por la dificultad de confirmar su relación con los atentados. Sin embargo, a partir de ahora podrán acceder a las indemnizaciones aquellas personas que se vieron expuestas a sustancias tóxicas durante los ataques o trabajos de rescate y después sufrieron determinados tipos de cáncer.