El presidente Barack Obama instó ayer al Congreso a realizar avances en los planes para reformar el sistema de inmigración estadounidense, pero desacuerdos con los republicanos respecto a asegurar la frontera con México comenzaron a dificultar los esfuerzos bipartidistas.
"Necesitamos que el Congreso actúe sobre una postura integral que finalmente lidie con los 11 millones de inmigrantes indocumentados", afirmó Obama en una escuela secundaria en Las Vegas.
Tras años congelada, la reforma inmigratoria repentinamente parece tener probabilidades de ser aprobada debido a que los republicanos, castigados por votantes latinos que los rechazaron en las elecciones de noviembre, ven con mejores ojos una acción al respecto.
Obama realizó los comentarios un día después de que un influyente grupo de senadores demócratas y republicanos divulgaron un amplio plan propio que es similar a las propuestas inmigratorias de la Casa Blanca.
Pero las diferencias entre lo que a Obama le gustaría y la propuesta de los senadores bipartidistas aparecieron demasiado rápido.
Mientras que el plan de los senadores insiste en que se debe reforzar la seguridad en la frontera antes de permitir a los inmigrantes ilegales dar pasos concretos para obtener la ciudadanía, el de Obama plantea lo contrario.
Esa diferencia fue suficiente para generar preocupaciones entre los legisladores republicanos que intentan crear un paquete que sea aprobado por la Cámara de representantes dominada por republicanos.
El senador Marco Rubio, un republicano hispano, advirtió a Obama que no ignore las preocupaciones de su partido sobre la seguridad fronteriza.
"Creo que eso sería un error terrible", dijo Rubio. "Tenemos un grupo bipartidista de senadores que acordaron eso. Que el presidente cambie la meta en este requerimiento preciso, como ejemplo, no es un buen presagio en términos de lo que será su rol en este tema".
Temas en disputa. Bajo la propuesta de Obama, a los trabajadores indocumentados se les pediría que se registren, pasen por los controles de seguridad nacional y averiguación de antecedentes, paguen multas, aprendan inglés y esperen por un proceso detrás de quienes están aplicando para entrar al país de forma legal.
"Para que una reforma migratoria exhaustiva funcione, debe estar claro desde el inicio que hay un camino a la ciudadanía", sostuvo Obama.
Pero los republicanos se opondrían a cualquier plan que no ponga la seguridad fronteriza en primer término. "Esto es clave para asegurar que se logre la seguridad en la frontera, y también para que el paquete de reforma pueda avanzar en el Congreso", dijo el senador electo Jeff Flake, del Estado fronterizo de Arizona.
Otro punto de disputa será la entrega a las parejas de un mismo sexo los mismos beneficios que a parejas heterosexuales.