El Partido Socialista del primer ministro portugués, Antonio Costa, ganaría las elecciones previstas para el domingo próximo con el 37 por ciento de los votos, de acuerdo a una reciente encuesta elaborada por la Universidad Católica para la cadena informativa RTP y el diario 'Público'.
Los 37 puntos representan cinco más que los conseguidos en los comicios de 2015, lo que le situaría en primer lugar con entre 97 y 107 diputados de los 230 que forman la sede legislativa, por lo que no conquistaría la mayoría absoluta y estaría obligado a pactar, si bien esta vez le valdría con un solo socio.
El segundo puesto sería para el centrista Partido Social Demócrata (PSD), con un 30 por ciento de los votos y entre 79 y 87 diputados, frente al 38 por ciento que obtuvo hace cinco años gracias a su alianza electoral con los democristianos del CDS. Ahora, el CDS sumaría un cinco por ciento y entre siete y once asientos.
El Bloque de Izquierda irrumpiría como tercera fuerza política con un 10 por ciento, similar a las anteriores elecciones.
Los comunistas del PCP se quedarían con un seis por ciento y entre ocho y trece diputados, mientras que los ecologistas del PAN conseguirían un tres por ciento y de dos a cuatro escaños.
Aunque la convergencia de izquierda parecía imposible, el acuerdo entre los socialistas del PS, el Partido Comunista (PCP) y el Bloque de Izquierda (BE) ha llevado a cuatro años de estabilidad en el país que han arrojado unas cifras macroeconómicas aplaudidas por el FMI como ejemplo de recuperación en Europa.
Portugal ha crecido por encima de la media europea en los últimos años -un 3,5 por ciento en 2017 y un 2,4 por ciento en 2018- y la tasa de desempleo, que rondaba el 12 por ciento en las últimas elecciones, ha bajado hasta el 6,3 por ciento, mientras que el déficit, que superaba el 7 por ciento en 2014, cerró 2018 en apenas el 0,4 por ciento.
Atraídos por beneficios fiscales y permisos de residencia a cambio de inversiones, la presencia extranjera en el país ha crecido, especialmente en el sector inmobiliario, en el que los precios se han disparado.
El turismo extranjero ha vivido un "boom" y ha impulsado el crecimiento: ya supone cerca del 15 por ciento del PBI y es responsable de una buena cantidad de los nuevos empleos.
El "milagro" portugués ha conquistado también a empresas internacionales, buena parte del sector tecnológico, una de las principales apuestas del gobierno socialista. Una de ellas, Google, ha instalado un centro de operaciones en Lisboa que presta servicio a clientes de Europa, África y Oriente Medio.
Sin embargo, el éxito que seduce al mundo aun no parece convencer a los portugueses: más de la mitad considera que la crisis todavía no ha pasado. Y justamente este domingo, el modelo se someterá al escrutinio de las urnas,
Los liberales de IL y los también ecologistas de Livre se adjudicarían un uno por ciento de los votos cada uno.
Actualmente, el Partido Socialista gobierna en solitario pero con el apoyo parlamentario del Bloque de Izquierdas y el PCP. De confirmarse estos pronósticos, Costa podría contar solamente con uno de ellos para mantener la alianza en la sede legislativa.
Portugal es uno de los únicos cinco países de la UE sin un partido de extrema derecha en el Parlamento -junto con Reino Unido, Irlanda, Malta y Luxemburgo- y es poco probable que el domingo cambie esta situación. Los dos partidos de ultraderecha, PNR y Chega, están ambos por debajo del 1 por ciento en intención de voto.
La extrema derecha puede haber tenido más dificultades para establecerse en Portugal que en otros países europeos.
Las cifras de la macroeconomía fueron aplaudidas por el FMI como un ejemplo de recuperación