El Comité Judicial del Senado de Estados Unidos votará el próximo jueves 22 de octubre la confirmación de la candidata del presidente Donald Trump a la Corte Suprema de Justicia, Amy Coney Barrett, indicó el presidente de ese cuerpo, Lundsey Graham, y el pleno del Senado, con mayoría republicana, comenzará el debate al día siguiente. Esto parece indicar que, independientemente de quién salga elegido presidente en las elecciones del 3 de noviembre, Estados Unidos se dirige a tener una Corte Suprema con una mayoría neta de seis jueces conservadores sobre un total de nueve. Barrett reemplazará a la recientemente fallecida jueza suprema Ruth Bader Ginsburg.
La declaración de Grahan cierra cuatro días de audiencias en el Comité Judicial que parecen no haber causado cambios de opinión entre la mayoría republicana de avanzar en la confirmación de la candidata conservadora sin esperar el paso de las elecciones, como reclaman los opositores demócratas.
El Comité Judicial de la Cámara alta analizó el testimonio de Barrett acerca de su historial y sus puntos de vista sobre temas candentes, como el aborto y la ley de acceso a la salud ("Obamacare"), que pronto será revisada, mientras republicanos y demócratas exhiben un profundo desacuerdo.
Los senadores demócratas hicieron infructuosos intentos de último minuto para convencer a sus pares republicanos de mantener su postura de hace cuatro años de no votar a un juez cerca de una elección presidencial, alegando que en ese caso perderían la confianza pública, pero Graham replicó con la frase favorita de Trump: “Las elecciones tienen consecuencias”.
Graham indicó que el Comité votará la confirmación de Barrett el 22 de octubre, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que el pleno comenzará el debate al día siguiente, por lo que la votación se espera pocos días después.
De confirmarse su designación, Barrett dará a los conservadores una mayoría de 6a 3 sobre los magistrados progresistas en el alto tribunal. Una mayoría que permitirá descompaginar la agenda del proximo presidente si este resultara el demócrata Joe Biden, según analistas especializados.
Trump dijo al designarla que quería un juez que pusiera fin al derecho al aborto y ayudara a acabar con el "Obamacare", la ley que extendió el acceso a la salud a millones de estadounidenses que carecían de seguro médico, aprobada durante el gobierno de Barack Obama. Esta norma sin embargo también tiene críticos por fuera de los conservadores, dada su muy escasa sustenbabilidad fiscal.
La Corte Suprema dará vista a un caso sobre esa norma de salud después de las elecciones del 3 de noviembre. Barrett, de 48 años, fue nominada para llenar la vacante dejada por la magistrada progresista Ruth Bader Ginsburg, que falleció en septiembre. Profesora de Derecho de la Universidad de Notre Dame desde hace mucho tiempo y jueza de la Corte de Apelaciones durante los últimos tres años, Barrett es una católica practicante y madre de siete hijos, bien vista por los conservadores.