La Cámara alta del Congreso de Estados Unidos absolvió ayer al presidente Donald Trump y dio por terminado el juicio político que habilitó la Cámara de Representantes en diciembre pasado por los delitos de abuso de poder y de obstrucción al Congreso.
El Senado rechazó el cargo de abuso de poder por 52 votos contra 48, y se pronunció en el mismo sentido sobre el delito de obstrucción al Congreso por 53 votos contra 47, según la cadena CNN.
El resultado pone fin a meses de notables procedimientos de juicio político iniciados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y culminados en el Senado, que preside el republicano Mitch McConnell, reflejando la profunda división partidista en el país en el tercer año del gobierno de Trump.
Lo que inició como una solicitud de Trump a Ucrania de "hacernos un favor'' se convirtió en un extenso reporte de 28.000 páginas recabado por investigadores de la Cámara de Representantes, en el que se acusa a un presidente estadounidense de involucrarse en una diplomacia cuestionable que ponía en riesgo las relaciones exteriores de Estados Unidos para beneficio personal y político, al presionar a un aliado para investigar a su rival demócrata Joe Biden en anticipación a los próximos comicios.
Ningún presidente ha sido destituido por el Senado en la historia del país.
Un Trump fortalecido políticamente había pronosticado su exoneración, y usó el veredicto como un himno político en su campaña de reelección. El presidente asegura que no hizo nada malo, y tachó la investigación como una "cacería de brujas'' y una "farsa''. El único senador republicano que votó a favor de la destitución de Trump en el primer cargo fue el ex gobernador de Massachusetts y ex candidato presidente Mitt Romney. En el segundo, en cambio, se alineó con el resto de su bancada.
"La pregunta importante que la Constitución encomienda responder a los senadores es si el presidente cometió un acto tan extremo y flagrante que representa un delito y falta grave. Sí, lo hizo", anunció, visiblemente movilizado, Romney frente a la prensa en el Capitolio, una hora y media antes de la votación.
Inmediatamente después de la votación, el equipo de campaña de Trump celebró la noticia.
"Los demócratas que no sirven para nada, saben que no pueden ganarle y entonces le hicieron un juicio político. Esta prueba horrible siempre fue una táctica de campaña para invalidar los votos de 63 millones de estadounidenses en 2016 y un esfuerzo transparente para interferir con la elección en 2020", aseguró el jefe de la campaña por la reelección de Trump, Brad Parscale, en un comunicado.
La votación en el Senado llegó horas después de que Trump diera un discurso electoralista ante ambas cámaras del Congreso que desató protestas sin precedentes de los demócratas y exhibió la creciente grieta política de Estados Unidos.
Algunos senadores republicanos expresaron su inquietud por la campaña de presión que Trump ejerció sobre Ucrania. Pero los demócratas no lograron ni acercarse a la meta de convencer a 20 senadores republicanos para conseguir la destitución.
El oficialismo controla la Cámara alta con 53 senadores, mientras que los demócratas poseen 45 bancas y suelen sumar el voto de dos legisladores independientes. Para expulsar del cargo a Trump necesitaban 67 votos.
El juicio político nació el año pasado por la denuncia que hizo un miembro de los servicios secretos contra Trump por retener ayuda militar para presionar a Ucrania a anunciar investigaciones por corrupción contra Biden.
El final de este proceso no cerrará otras investigaciones contra Trump que impulsa la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes. Sin embargo, no hay dudas que le dará envión a las aspiraciones electorales del mandatario de renovar mandato en noviembre próximo.
A lo largo de sus tres años de gobierno, Trump mantuvo un nivel de apoyo relativamente estable y esta semana alcanzó una cifra récord, un 49 por ciento, según la consultora Gallup.
Con una base derechista ferozmente leal que desborda sus frecuentes actos por todo el país, y con una maquinaria electoral de las más aceitadas y mejor financiadas de la historia, Trump siente que tiene la suficiente fortaleza como para ganar los comicios.
Sus aspiraciones se vieron reforzadas luego de que el fracturado Partido Demócrata hiciera un papelón en su primera elección de precandidatos presidenciales, el lunes y martes en Iowa, de donde aún ayer no había resultados finales debido a un problema técnico.
En contraste, Trump fue un verdadero huracán en los caucuses de Iowa y obtuvo el 97 por ciento de los votos republicanos, frente a otros dos postulantes.
Una exageración en Twitter
Minutos después de haber sido absuelto, Donald Trump buscó impactar en Twitter con una publicación en la que busca aparecer como una figura de influencia eterna en el país. En 30 segundos de imágenes, los seguidores del presidente se topan desde el inicio con un cartel con la leyenda “Trump 2024”, una fecha en la que, si es reelecto este año, debería terminar su segundo período de gobierno. Debajo del apellido del jefe de la Casa Blanca, los números crecen velozmente desde el 2048 hasta el 90.000, cuando irrumpe la inscripción “4EVA” (for ever), que en español puede leerse como “para siempre”.