El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, presentó al Congreso la renuncia anticipada a su cargo con la intención de asumir una banca en el Senado, tras ser elegido en los últimos comicios para ocupar un escaño en la cámara alta. La maniobra fue tachada de "inconstitucional" por la oposición y la prensa paraguaya. La intención de Cartes es asumir una senaduría con poderes plenos y no la que corresponde a un ex presidente como senador vitalicio, cargo que tiene voz pero no voto. Pero además Cartes buscaría tener fueros plenos que lo protegerían de los investigadores de la operación Lava Jato de Brasil, que tiene una importante ramificación en Paraguay. O simplemente continuar detentado el poder real pleno, como decía ayer el diario ABC Color. El mandato de Cartes vencía el 15 de agosto próximo.
"Presento mi renuncia al cargo de Presidente para continuar sirviendo al país desde el Senado, cumpliendo con la voluntad popular depositada en las urnas" escribió Cartes en Twitter. En una nota oficial, expresó que quiere dar cumplimiento "a la decisión democrática del pueblo expresada en las urnas el 22 de abril", cuando se lo eligió senador.
Inmediatamente, el presidente del Congreso, el ex presidente Fernando Lugo, convocó a una sesión extraordinaria para mañana para tratar la renuncia, tal como establece la Constitución. La renuncia tiene que ser aceptada por 23 senadores sobre un total de 45 y 41 diputados entre 80, lo que genera incertidumbre, ya que no se sabe si se cuenta con los votos, especialmente en el Senado, donde varios legisladores han anticipado que no votarán.
Cartes obtuvo una banca en el Senado en las elecciones nacionales del 22 de abril, pero la Constitución de Paraguay establece que los ex presidentes pasan a ser senadores vitalicios, con voz pero sin voto. En cambio, Cartes consiguió que el 11 de abril la Corte Suprema de Justicia (CSJ) lo habilitara para ser senador electo o activo, en un polémico fallo en el que rechazó un pedido de inconstitucionalidad presentado por el opositor Partido Encuentro Nacional (PEN).
Nadie ha expresado claramente qué ocurrirá si mañana no se acepta la renuncia. Pero no faltan los que defienden la habilitación de Cartes como senador activo por la Corte. El antecedente más cercano es el del ex presidente Nicanor Duarte Frutos (2003-2008), quien al terminar su mandato intentó ser senador electo pero el Congreso no le permitió jurar.
Cualquiera sea el desenlace, la actual vicepresidenta de Paraguay y ex integrante de la Corte Suprema de Justicia, Alicia Pucheta, asumirá la presidencia hasta el 15 de agosto, cuando le sucederá Mario Abdo Benítez, quien ganó las elecciones de abril y también pertenece al Partido Colorado, igual que Cartes. Pucheta formó parte de la Corte que habilitó la senaduría de Cartes. La magistrada poco después fue propuesta por Cartes para ocupar la vicepresidencia, vacante desde que el 15 de marzo renunció Juan Afara. Pucheta aceptó.
La oposición y algunos dirigentes del Partido Colorado ponen un manto de incertidumbre sobre la aceptación de la renuncia. Señalan que hay claramente un un intercambio de favores entre Pucheta, que pasó del tribunal a la vicepresidencia, y Cartes.
La senadora Desiree Massi, del opositor Partido Democrático Progresista (PDP) declaró la semana pasada que "Horacio Cartes no está interesado en ser senador, sino en los fueros que conseguirá en el cargo para evitar ser investigado por la Justicia". Existen posibles actividades ilegales de Cartes, como el contrabando, el narcotráfico y el lavado de dinero. "Yo creo que primero él tiene que explicar lo que está sucediendo con este tema", dijo la senadora Blanca Ovelar, del Partido Colorado, en referencia a la situación que involucra al ciudadano brasileño Dario Messer, prófugo de la Justicia paraguaya y brasileña por lavado de dinero. Messer fue una figura central en la trama del Lava Jato brasileño. El pasado 3 de mayo, la Justicia brasileña pidió su arresto y extradición. Desde entonces, Messer se halla prófugo. Otra hipótesis sobre la maniobra de Cartes la desarrolló ayer el diario ABC Color. Cartes planea "continuar reteniendo en sus manos la suma del poder político y económico del país, tras dejar la presidencia", editorializó. "No caben dudas de que lo va a conseguir, pues continúa teniendo el control de las instituciones políticas clave: el Parlamento, el Tribunal Superior de Justicia Electoral y la Corte Suprema de Justicia", enumeró el diario de Asunción.