El presidente del Gobierno de coalición de España, el socialista Pedro Sánchez, salió ayer en defensa de la monarquía y aseguró desconocer el paradero del rey emérito Juan Carlos de Borbón, tras la polémica desatada por su partida del país con destino incierto y en medio de acusaciones de haber “huido” ante el avance de las investigaciones de corrupción en su contra.
“No se están juzgando a instituciones, se está juzgando a personas. Y en este caso, el rey emérito ha dejado claro que está a disposición de la Justicia”, subrayó Sánchez, en su primera reacción pública al autoexilio del exmonarca.
El día después de conocerse la histórica decisión del padre de Felipe VI de abandonar España ante la presión judicial por las pesquisas abiertas en su contra por el Tribunal Supremo, en coincidencia con el avance de otra investigación de corrupción en Suiza, el Palacio de La Zarzuela y el Gobierno español mantuvieron silencio respecto a lugar donde se encuentra.
En conferencia de prensa en el Palacio de La Moncloa, Sánchez rechazó dar detalles sobre cómo se fraguó la salida del exmonarca y aseguró que “no tiene información” acerca del paradero de Juan Carlos de Borbón, mientras varios medios locales aseguran que se encuentra en República Dominicana o en Portugal.
Sin embargo, la Dirección de Migraciones del país centroamericano dijo no tener registro de su ingreso al país.
En una carta a su hijo publicada ayer por la Casa Real, el rey Juan Carlos de Borbón trasmitió a Felipe VI su “meditada decisión” de trasladarse en este momento “fuera de España”, “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”, con el propósito de “contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones”.
El exsoberano se refería en estos términos a las consecuencias que pueda tener las investigaciones abiertas en Suiza y España por los supuestos sobornos que recibió en 2008 de la monarquía saudita a cambio del contrato para empresas españolas del tren de alta velocidad a La Meca.
De acuerdo con el diario La Vanguardia, el rey emérito, de 82 años, abandonó La Zarzuela el domingo tras escribir esa carta, y pasó la noche en la localidad gallega de Sangenjo, lugar que frecuentó durante los últimos años.
Posteriormente, el lunes por la mañana, viajó en coche hasta Oporto, Portugal, y desde allí habría volado rumbo a la República Dominicana, con la intención de quedarse unas semanas.