Los dos detenidos estaban en un régimen de encarcelamiento abierto, en un centro especial de reinserción cerca de Módena, integrado por presos considerados socialmente peligrosos y toxicómanos.
Las versiones divergen en los medios de comunicación sobre si los hombres almorzaron o no con el papa argentino antes de desaparecer.
El Papa Francisco presta una atención especial a la situación de los presos, y acostumbra a reunirse con grupos de reos durante sus viajes dentro y fuera de Italia.