Aupado por los 69 diputados con los que Podemos entró en Parlamento en las elecciones generales del domingo en España, su líder, Pablo Iglesias, se presentó ayer como el interlocutor con Cataluña, cuyo proceso secesionista en marcha será el principal reto político en la nueva legislatura.
El partido heredero de los indignados ha entrado en el Congreso de los Diputados como tercera fuerza, por detrás del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y del Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez.
Debe 12 de sus escaños a la región del noreste de España, que se ha convertido en su nuevo bastión con una alianza electoral de la que formó parte el partido de la alcaldesa de Barcelona, la activista antidesalojos Ada Colau.
Consulta ciudadana. En campaña defendió celebrar antes de un año un referéndum de autodeterminación legal y vinculante en el que los catalanes decidan su futuro. El domingo fue la opción más votada allí, cuando la investidura del jefe catalán en funciones, Artur Mas, sigue sin concretarse, tres meses después de los comicios regionales.
Tercera vía. Podemos ha sido impulsado por esta tercera vía que se abre entre los independentistas dispuestos a romper la legalidad española y quienes como Rajoy se cierran a toda negociación. Iglesias se ha mostrado siempre contrario a la independencia de Cataluña, pero defiende la consulta a sus ciudadanos como solución al conflicto secesionista que ha ido creciendo desde 2012. "Somos la única fuerza política española dispuesta a dialogar con todos. Nosotros no queremos que Cataluña se vaya de España y somos la única fuerza política que puede garantizar la unidad de nuestro país", aseguró.
Iglesias sitúa el referéndum en la región de 7,5 millones de habitantes como punto irrenunciable para pactar con otros partidos en un Congreso de los Diputados que los comicios del domingo dejaron tan fragmentando que la formación de un nuevo gobierno está en el aire. "El referéndum en Cataluña es imprescindible para construir un nuevo proyecto histórico y un nuevo proyecto común", defendió Iglesias en la multitudinaria rueda de prensa en la que hoy valoró los históricos resultados de su partido en las urnas.
El destinatario inmediato de sus palabras es el PSOE de Pedro Sánchez, al que no logró reemplazar como fuerza de referencia de la izquierda en las elecciones, pero al que le dio un mordisco importante en su base de votantes.
Complicada alianza. Si Mariano Rajoy fracasa en la formación de gobierno, lo que hasta ayer era una opción con altísima probabilidad, Sánchez podría intentar pactar un Ejecutivo de izquierdas, y ahí necesitaría el apoyo de Iglesias y su partido. Pero Iglesias no apoyará a Sánchez si este no apoya el derecho a decidir de los catalanes. El referéndum catalán es una línea roja. "Que no haya ninguna duda", dijo ayer el profesor de Ciencia Política, de 37 años. "No entender la plurinacionalidad de España es entregar el gobierno a Mariano Rajoy y al PP", aseguró el líder del movimiento antiajuste.
Un Parlamento más femenino
El Congreso de los Diputados, esbozado tras las elecciones, abrió la puerta al mayor número de mujeres en la historia del país: 140 parlamentarias se sentarán en los 350 escaños que tiene la Cámara baja. Son 15 mujeres más que las que ocuparon las bancas del Parlamento hace cuatro años y, por primera vez, la proporción roza el mínimo del 40% que establece la ley española. Sin embargo, aún queda lejos de la presentación masculina, materializada en 210 escaños.